El Mundial de motociclismo ha sido una de las grandes competiciones del mundo del deporte, de la élite deportiva mundial, que ha sabido y podido celebrar, con toda la cautela del mundo y 25.000 test y PCR entre los 1.400 protagonistas del ‘paddock’, un campeonato completo, con 15 grandes premios, y, finalmente, proclamar, tras tres disputadísimos e inciertos campeonatos, a sus tres campeones del mundo: los españoles Albert Arenas (KTM, Moto3), Joan Mir (Suzuki, MotoGP) y el italiano Enea Bastianini (Kalex, Moto2). Y lo ha hecho con tan solo 28 positivos a lo largo de los últimos cinco meses, lo que significa una conquista sin precedentes.

La compañía Dorna, liderada por su CEO, Carmelo Ezpeleta, la asociación de fabricantes (MSMA), la agrupación de equipos (IRTA), los pilotos, los periodistas, los organizadores, los patrocinadores y, por supuesto, la afición, que no ha podido acudir a los circuitos, todo el mundo ha tenido que sacrificarse, de una y otra manera, para que el campeonato se celebrase en unas condiciones inusuales y pudiese acabar con millones y millones de telespectadores disfrutando, desde casa, del espectáculo cuando, hace solo seis meses, todos daban por perdida la temporada.

Inmensa colaboración

“Desde el mismo momento en que nuestros inversores (la compañía inglesa Bridgepoint y el fondo de inversión canadiense CPPI) nos dijeron que tirásemos adelante nuestro proyecto de Mundial exprés, asegurando que los años precedentes habían sido muy buenos y, por tanto, teníamos colchón económico para aguantar, al menos, toda esta temporada, todo fue posible gracias al compromiso y complicidad de todas las partes. Hemos tenido tres campeones, ¡claro que sí!, pero el verdadero campeón de este curso ha sido todo el 'paddock'", comenta Ezpeleta. “Una cosa está clara, este Mundial es de la gente del ‘paddock’, este campeonato lo han ganado las 1.400 personas del ‘paddock’, desde el primer piloto a la última señora de la limpieza, que se han portado admirablemente, soportando toda las complicaciones y esclavitudes que comportaba luchar contra el contagio”, añade el doctor Ángel Charte, jefe del equipo médico del Mundial, a consultas de este diario.

Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports, se saluda, en Portimao, con Aleix Espargaró. / MOTOGP.COM / DIEGO SPERANI

Es evidente que cada control de cada gran premio era una auténtica angustia, en el sentido de que todo el mundo debía esperar, semanalmente, el resultado del PCR para saber si podía o no acudir al gran premio. El propio Ezpeleta, de 74 años, a quien recomendaron que se quedase en casa, fue el primero en acudir a cada gran premio. “Solo faltaba que embarcase a todo el mundo en esto y, luego, yo me quedase en casa. El miedo o respeto a contagiarte lo llevas dentro, pero hay que protegerte, comportarte, aislarte lo máximo posible y confiar en Dios”, señala el CEO de Dorna, que no cesa de agradecer a todo el mundo “el sacrificio, la complicidad y, sobre todo, la pasión que ha seguido poniendo en su trabajo, en su deporte, para que, al final, todo acabase bien”.

“Voluntad, sacrificio, autoconvicción e, insisto, triunfo final del ‘paddock’, que es quien ha ganado este Mundial y derrotado, si es que podemos hablar así, al Covid-19”, insiste el doctor Charte. “No olvidemos que ha sido durísimo y que las condiciones de vida han sido realmente únicas, extrañas, excepcionales. La gente ha cumplido, incluso encerrándose en hoteles, comiendo de cualquier manera, casi como presos, y ha tenido una vida muy, muy, sacrificada y austera. Todos. Gracias a ese comportamiento hemos podido sacar adelante el campeonato. Todos se dieron cuenta, de inmediato, que era la única manera de poder competir. De ahí el éxito”.

Los organizadores, impecables

Ezpeleta asegura que todo esto ha sido posible “porque los organizadores del Mundial, no solo tenemos unos inversores que han confiado en nosotros y se han gastado un dinero impresionante en este despliegue, sino que ha quedado claro que Dorna y la FIM tenemos unos compañeros de viaje extraordinarios, todos, todos”. Eso sí, a Ezpeleta le duele “especialmente” que ni periodistas, ni fotógrafos, hayan podido hacer su trabajo en las condiciones que merecían. Y, en ese sentido, también le duele, y mucho, que los aficionados “vitales y muy implicados, pues son tremendamente apasionados a este deporte y a sus pilotos, no hayan podido acudir a los circuitos”.

El CEO de Dorna quiere agradecer, cómo no, la tremenda confianza que el Consejo Superior de Deportes depositó en el Mundial de motociclismo y, desde el minuto uno, dio el visto bueno al protocolo preparado por el equipo del doctor Charte para que el campeonato se pusiese en marcha. “Era vital, importantísimo, que los dos primeros grandes premios de Jerez saliesen bien. Salieron de maravilla y, a partir de ahí, todo el mundo lo creyó posible y, por suerte, aunque ha habido algunos positivos, los hemos podido reconducir y, sobre todo, allí donde hemos ido no hemos provocado problemas”.

Ezpeleta, que minutos antes de que diese comienzo la última carrera del año recibió la ovación de agradecimiento de todo el ‘paddock’, en la misma parrilla de salida de MotoGP, insiste en que “ese aplauso es de todos para todos, por supuesto, y así me lo tomo y lo devuelvo multiplicado hacia todos ellos; por cierto, que no me lo esperaba de ninguna manera”. Y, una vez cerrado el Mundial-2020, Ezpeleta ya piensa, es más, ya hay calendario, en el 2021. “Si no lo podemos arrancar con normalidad, lo haremos, de momento, con este mismo protocolo, pero esperemos poder regresar cuanto antes a la normalidad”.