Es verdad, absolutamente cierto, que el Gran Premio de Malasia, que ha arrancado hoy en el circuito de Sepang, donde anuncian lluvias torrenciales (o algo parecido), está centrado, cómo no, en la segunda pelota de partido que tiene Àlex Márquez (Kalex) para proclamarse campeón del mundo de Moto2, conquistar su segundo cetro mundial y celebrar, con su hermano Marc, como ya hicieron en el 2014, un doblete más que histórico.

Pero, de nuevo, MotoGP centró el día antes de los primeros entrenamientos. ¿Por qué?, pues sencillamente porque los 2.000 habitantes del paddock siguen pendiente de lo que hará (y decidirá) Jorge Lorenzo, pentacampeón mallorquín que está quedando el último con la Honda de Márquez, es decir, con la Honda campeona, en las próximas semanas. Es más, Lucio Cecchinello, dueño del equipo satélite de Honda, donde corre el competitivo Cal Crutchlow, acaba de declarar que Lorenzo decidirá si sigue corriendo o no para Honda, el próximo año, dependiendo de cómo sea la RC213V del 2020.

EL MISMO CARÁCTER DE SIEMPRE

Esa incógnita parece haberla resuelto el propio Márquez después de haber oído decirle a Lorenzo que la moto de este año me ha perjudicado claramente y veremos cómo es la del año que viene, pues, al parecer, se mantiene en la misma tónica. Pues bien, cuando se le preguntó al campeonísimo de Cervera (Lleida) al respecto, Márquez pareció estar empujando al mallorquín a no cumplir el año de contrato que le queda con la firma alada.

Es cierto, sí, Jorge me preguntó, cuando fui el primero en probar el primer prototipo de la RC213V del 2020, cómo era. Y no le engañé, primero porque soy incapaz y, segundo, porque he de ser transparente con mi compañero de equipo, comentó Márquez al término de la conferencia de prensa del GP de Malasia.

Me pidió que le confirmase cual era la dirección que estaba tomando Honda y le dije que la misma que tomó Honda, en el 2013, desde que entré en esta escudería. Jorge ha de saber que el carácter de esta moto, el carácter de la Honda, es uno y por mucho que digas no lo van a cambiar. Honda hace una moto, no para mí, como dicen muchos. Hace una moto con ese carácter y tú te tienes que adaptar a él si quieres ganar. Y, como se ha demostrado, es una moto ganadora, siguió explicando Márquez.

Honda lo que quiere es colocar sobre la parrilla de MotoGP la mejor moto posible. Y, sí, insistió Márquez en clara referencia al viacrucis que está sufriendo su compañero de equipo, Jorge Lorenzo, es verdad, es una moto muy física, es una moto crítica y tú tienes que estar dispuesto a caerte 20 veces, como me caigo yo casi cada temporada, para encontrar su límite y ganar carreras, como he hecho yo durante estos siete años.

ELOGIOS DE TODO EL MUNDO

Márquez, además, se sabe tremendamente elogiado por todos sus rivales. Andrea Dovizioso (Ducati), que, por tercer años consecutivo, ha vuelto a quedar subcampeón del mundo, ha insistió en que nadie de la parrilla sabe aún cómo pillarle el truco a Marc, como impedir que gane con tanta facilidad. En ese sentido, Márquez ha negado que, tras conquistar el título en Tailandia, siga ganando para humillar a sus rivales o hacer que pasen un mal invierno creyendo que, el año que viene, será igual.

Yo gano, o intento ganar, porque es mi carácter. Yo no pienso, y lo dije nada más conquistar el título en Buriram: el Mundial-2020 empieza, la semana que viene, en Motegi, en el GP de Japón. Y siguió en Australia. Y, ahora, en Malasia. Y acabará en Valencia. Y, el año que viene, cuando todos nos demos cita en Doha, Catar, para la primera carrera, todo lo ocurrido este año será historia y todos, todos, partiremos de cero, comentó orgulloso, pero con una voz de niño y nada chula, el campeonísimo catalán.

PERSIGUIENDO L A TRIPE CORONA

Yo, lo he explicado mil veces, pero lo repito ahora, no tengo problemas, no creo en la guerra psicológica, concluyó Márquez, porque aquí no solo cuenta el piloto, que, sí, puede irse al invierno pensando caray, que difícil es ganarle a este tío! Este es un deporte donde la moto es vital y ahí las fábricas, durante este invierno, trabajarán como locas para poder presentarnos, a mí, a mi equipo y a Honda, muchos problemas el año que viene. Y, además, no olvidéis que yo sigo intentando ganar porque, tras el título de pilotos y constructores, que tanto ansiaba, de nuevo, Honda, ahora estamos a solo un punto del título de escuderias, que tanto le gusta a Repsol.