Pol Espargaró, el mayor de los hermanos campeones de Granollers, lo ha vuelto a conseguir, lo ha vuelto a hacer, ha vuelto a demostrar su categoría como piloto y, sobre todo, su enorme versatilidad al ganar, de nuevo, por segundo año consecutivo, las 8 Horas de Suzuka, la carrera de resistencia más prestigiosa del mundo. Y lo ha hecho con una Yamaha. Y lo ha hecho frente a las otras tres grandes marcas japonesas. Kawasaki, Suzuki y Honda.

Mientras sus compañeros de MotoGP disfrutan de unas merecidas vacaciones hasta que vuelvan a competir, la semana que viene, en el nuevo, rapidísimo y difícil trazado de Spielberg, en Austria, ‘Polyccio’ se ha pasado el día corriendo, entrenándose y ayudando a su fábrica, que abandonará la próxima temporada para correr por KTM, a conquistar un trofeo que para los japoneses es importantísimo.

AL CONTRARIO DEL MUNDO

"Hay un momento en el que piensas que estás loco por hacer esto. Sí, hay que estar un poco loco para correr cuando todos están de vacaciones”, cuenta Pol Espargaró desde Japón, en charla telefónica con El Periódico de Catalunya. “Mientras todo el mundo descansa y ves al resto de pilotos disfrutando en la playa, tú estás en la otra punta del mundo, con mucho calor, muchísimo, mucha humedad, un circuito no muy seguro, con casi 70 motos en pista y con muchos pilotos aficionados, que trazan distinto, que frenan 100 metros antes, que se ponen nerviosos cuando te ven en pista...”

Pese a todas esas dificultades, para ‘Polyccio’ es un orgullo correr las 8 Horas con Yamaha. “Y es que ves la pasión que le ponen todos, la devoción de los aficionados japoneses y cómo las fábricas japonesas se implican, y te cambia la película. A veces te da la sensación de que, incluso, esto es más importante para ellos que ganar en MotoGP: es como si nuestra temporada tuviese una única carrera en vez de 18. Y, encima, ruedas en moto, que es lo que más te gusta".

YAMAHA, CONTENTÍSIMA

La importancia que le conceden las fábricas japonesas a esta victoria es muy motivadora para Espargaró. “Desde el principio notas que es muy importante para Yamaha ganar las 8 Horas. Y no lo esconden, hay mucha presión, no vale ser segundo. Lo preparan todo al milímetro. Nakasuga disputa el campeonato japonés con esta moto casi para prepararla para esto. Y es una gran moto, eso ya lo vi el año pasado. Luego tienes el factor de verdadero trabajo en equipo, en un deporte individual. Casi el único momento individual es el de la pelea por la ‘pole’. Nakasuga prepara muy bien la carrera, no habla casi inglés, pero aún así conseguimos entendernos muy bien y mantener una relación muy estrecha. Y he descubierto a un gran tipo y gran piloto como Alex Lowes. El año pasado, con Bradley, era más fácil porque nos teníamos calados, pero con Alex en seguida me he llevado muy, muy bien, nos hemos reído mucho juntos”.

DESPEDIDA FELIZ

Y ‘Polyccio’ habla también del significado personal, intransferible, de esta victoria, pues el año que viene ya no será un ‘yamahista’. “Esta vez ha tenido un punto distinto la victoria, era casi como una despedida de Yamaha. Es verdad que las cosas no han salido como yo quería y pensaba en el Mundial, pero ellos son los que apostaron por mí hace tres años para pasar a MotoGP y tengo que estar agradecido. 2015 fue un mal año, pero en mi debut fui el mejor privado, sexto del Mundial, y ahora también estoy sexto en el campeonato entre pilotos de fábrica y con muchos menos recursos que ellos. El año pasado conseguí con mis compañeros que volviesen a ganar en Suzuka muchos años después, y logré la ‘pole’ con el récord del circuito. Y, en carrera, cumplí con mi parte, me exprimí en mi primera salida con un calor insoportable, y abrí un hueco muy grande con Honda, aunque, luego, Hayden rompió el motor en esa misma tanda y eso nos facilitó las cosas. En la segunda mantuve la ventaja con Kawasaki y Suzuki. Así que se puede decir que he cumplido. Y Yamaha, después de 28 años, ha vuelto a ganar dos veces seguidas aquí".

RECORDANDO A LUIS SALOM

Y, como no, el pequeño de los Espargaró explicó también su tierna y sentimental dedicatoria a Luis Salom. "La celebración ha sido muy emocionante, más que el año pasado. En un momento, alguien me dijo que era la edición 39 de las 8 Horas, y con eso es imposible no pensar en Luis. Tenía claro que si ganábamos se lo iba a dedicar a él”.

“Después, ya en el box”, explica ‘Polyccio’ antes de despedirse, “cuando nos estábamos haciendo las fotos, Tsuji, el jefe de Yamaha, me dio una sorpresa: me regaló el frontal del carenado de la moto, un poco como despedida tras estos tres años. Ahí se me saltaron las lágrimas. Me lo han firmado todos los miembros del equipo y tendrá un lugar especial en el museo que me quiero hacer. No me puedo quejar de cómo me va en Japón: aquí he ganado dos 8 Horas, y cerré el título de Moto2".