La prensa italiana ya lo llaman ‘Marcziano’ Márquez. Los rivales tienen la sensación de que es imposible ganarle y muy difícil, mucho, arrebatarle el cuarto título mundial en cinco años en MotoGP. Márquez (Honda) dio ayer un golpe importantísimo “en ningún caso definitivo, ni mucho menos”, contó al bajar del podio, para poder gestionar con mayor facilidad el triplete asiático, que arranca en Japón (Motegi, 15 de octubre), sigue en Australia (Phillip Island, 22) y acaba en Malasia (Sepang, 29). A partir de ahora, una vez establecida la jerarquía y, sobre todo, una vez demostrado que Márquez no dejará de correr a su manera, pese a las 22 caídas que lleva este año, serán Andrea Dovizioso (Ducati, a 16 puntos del catalán), Maverick Viñales (Yamaha, a 28 puntos, ya un gran premio), Dani Pedrosa (Honda, a 54 puntos, dos victorias) y Valentino Rossi (Yamaha, 56 puntos), los que van a tener que arriesgar en busca de la victoria, siempre.

"Es evidente que la Honda ha crecido mucho, muchísimo, tras el test que realizaron en Brno”, explica Rossi. “Yo veo a Marc muy metido en el Mundial, favorito, claro, pero controlando mucho. Claro que si tiene otro cero, por cualquier motivo, el campeonato vuelve a abrirse. Lo veo muy, muy, difícil para todos sus perseguidores y también para nosotros, pues la Yamaha sigue teniendo problemas de degradación de los neumáticos en la parte final de las carreras. Yo persiguiré el podio en Japón, pero el podio no es suficiente para remontar. Espero que en Japón esté más fuerte fisicamente”.

‘Dovi’, que sigue siendo el principal rival de Márquez, cree, en efecto, que “hemos fallado y hemos fallado mucho, pues Marc se ha escapado hasta los 16 puntos que me saca, pero aquí nadie tira la toalla y seguiremos peleando por el título”. El ‘profesor’, como le llaman en su equipo por su inteligencia a la hora de plantear las carreras, justificó su discretísima séptima plaza “porque se me han atragantado tres curvas del circuito” y no por un problema de neumático “ya que en el podio había una moto con cada rueda: dura (Márquez), media (Pedrosa) y blanda (Lorenzo). En ese sentido, no hay excusa”. ‘Dovi’ sí reconoció que el tándem Honda-Márquez “está tremendo, pues, de las últimas seis carreras, ha ganado cuatro, ha sido segundo en otra y solo la rotura del motor en Inglaterra le impidió, tal vez, subirse al podio”.

Viñales, que ante alguna televisión dio por perdido ya el Mundial, quiso matizar, más tarde, sus palabras. “Si cuando piloto al 200x100 pierdo, me temo que tengo difícil hacerme con este título. Yo no me rindo, el equipo tampoco, Yamaha tampoco, pero con la situación que vivimos me resulta muy difícil pensar que le puedo recuperar 28 puntos a Marc cuando quedan 100, pero intentarlo lo voy a intentar”. 'MVK', como apodan a Viñales, no se creyó, del todo, que Márquez viviese una carrera al límite en Motorland. “Yo le he visto controlar al inicio y apretar cuando debía. Cuando ha querido ha pasado a ‘Vale’ y Jorge, pasando a mandar hasta el final”. Viñales dijo, el pasado sábado, que para aspirar al título debía, “como poco”, ganar dos carreras de las cinco que restaban, ya solo quedan cuatro.

Márquez insiste en que aún queda mucho “demasiado” para hacer números y pensar que está todo hecho. “Una cosa tengo clara: estamos en la buena línea. Sabíamos que, superado el ecuador de la temporada, debíamos estar siempre, siempre, en el podio y, a excepción del desastre de Inglaterra, donde se rompió el motor de nuestra Honda, hemos cumplido. Y ahí debemos seguir, en el ‘cajón’ aunque, si se puede, se intentará ganar”.

El ‘nen de Cervera’, que recordó que es quien más victorias atesora (cinco: Austin, Alemania, Brno, San Marino y Aragón) y, también, quien más ceros suma (tres: Argentina, Francia e Inglaterra), está a punto de conseguir lo que nadie, desde 1998, ha logrado: proclamarse campeón del mundo pese a sumar tres ceros. El último que lo consiguió fue el australiano Mick Doohan (Honda) ante el italiano Max Biaggi.