La vida sigue durante el confinamiento y las marcas de automóviles continúan presentando los modelos que tenían previsto lanzar en estos días, aunque sea de forma telemática.

Ese es el caso de Ford, que la semana pasada celebró una reunión virtual con los medios especializados para presentar su nuevo Kuga, cuya comercialización, prevista para este mes, se ha retrasado hasta que concluya el estado de alarma.

Esta tercera generación apuesta por un diseño más deportivo, pero mantiene la orientación familiar de su antecesora. Es casi nueve centímetros más largo (mide 4,61 metros) y otros cuatro más ancho, pero su altura es ligeramente menor.

El interior también ofrece más espacio en las plazas traseras, la banqueta trasera es regulable longitudinalmente y el maletero dispone de 645 litros en su configuración estándar.

Hay tres acabados disponibles (Titanium, St Line y ST Line X) y su oferta de motores incluye seis en total, entre los que destaca como gran novedad un propulsor híbrido enchufable de gasolina con 225 caballos, que permite recorrer hasta 56 kilómetros en modo eléctrico.

La marca también propone un diésel de 150 caballos con tecnología mild hybrid y anuncia otro híbrido de gasolina para después del próximo verano.