Este año está siendo el elegido por muchos fabricantes para presentar sus primeros modelos completamente eléctricos. El último de ellos es Mazda que, de la mano del MX-30, se adentra en la era de la electrificación total.

Ha pasado poco tiempo desde que la marca japonesa anunció su intención de lanzar un modelo de cero emisiones hasta que se ha hecho realidad. Un rapidez quizás debida a que el MX-30 comparte plataforma y desarrollo con el Mazda3 o el CX-30. Sea como fuere, el resultado es un crossover de 4,40 metros de longitud y peculiaridades en el diseño como las puertas traseras que se abren hacia detrás, todo un guiño al mítico RX-8.

FUTURO

Por el momento, el MX-30 que en breve se pondrá a la venta cuenta con una batería de 35,5 kWh, un propulsor de 143 CV y una autonomía homologada según el ciclo WLTP de 200 kilómetros, una cifra ligeramente inferior a la de sus rivales más directos y que lo encuadra dentro de un ámbito más urbano.

No obstante, desde Mazda ya se han apresurado a anunciar una versión de autonomía más extendida que llegará a lo largo del próximo año.

El interior sigue la misma filosofía que el resto de modelos de la marca. Fabricado por completo con materiales reciclados, entre los que abundan el corcho o el plástico de botellas reutilizadas, ofrece acabados que refuerzan la idea de vehículo sostenible que la firma quiere transmitir. Y en lo que se refiere a la habitabilidad, el espacio no se ha visto condicionado por la ubicación de la batería, ya que ésta se sitúa bajo el suelo.

El Mazda MX-30 está a la venta a partir de 27.665 euros, con las ayudas estatales ya aplicadas, y llegará a Mogacar a finales de agosto.