Nadie pone en duda que el Focus es una de las joyas de la corona de Ford. Tras más de veinte años de vida y cuatro generaciones a sus espaldas, el fabricante de Almussafes ha sucumbido a las tendencias actuales y ofrece una versión con apariencia de crossover denominada Active.

A pesar de que el habitáculo comparte la mayoría de sus características con el resto de la gama, es en el exterior donde los cambios se hacen evidentes. El Active tiene una carrocería más alejada del suelo, así como elementos mecánicos, de diseño y equipamiento específicos.

Ford ha modificado en esta versión la suspensión, ha incorporado unas llantas más grandes y ha reforzado el carácter off road del Active con un nuevo paragolpes, una parrilla delantera diferente y unas barras en el techo. Todo ello no ha influido en el comportamiento dinámico del Focus, que continúa siendo impecable en todo tipo de vías.

El Active se puede elegir con tres propulsores de gasolina y dos diésel con potencias que van entre los 120 y los 182 CV. Estos motores se pueden asociar a un cambio manual de seis relaciones o automático de ocho.