Tres opciones y una ilusión. Así se podrían resumir las perspectivas con las que España afronta en los Juegos Olímpicos de Río el atletismo, ahora que este deporte tomará el centro del escenario en el inicio de la segunda semana de competiciones.

Y la primera opción llega este mismo viernes (19.30 h. en España), con el campeón del mundo y europeo de los 20 kilómetros marchaMiguel Ángel López buscando la triple corona y, de paso, el primer oro del atletismo español desde que Fermín Cacho yDaniel Plaza lograron la hazaña hace 24 años en Barcelona. España, además, no sube al podio desde Atenas 2004, con los bronces deJoan Lino Martínez (longitud) y el otorgado con posterioridad aManolo Martínez en peso, por dopaje de uno de sus antecesores.

Si la medalla del marchador murciano de 28 años se da en algunos ámbitos por descontada, también se espera mucho de la veteranísima capitana del equipo, la cántabra de 37 años Ruth Beitia, que viene avalada por dos títulos europeos en salto de altura y tres victorias en pruebas de la Liga de Diamante este año (Oslo, Estocolmo y Londres). Y la tercera opción de medalla hay que apuntársela a un absoluto desconocido para el público español, puesto que Orlando Ortega no consiguió la nacionalidad española hasta el 2015 y el permiso para competir internacionalmente con 'La Roja' hasta hace unos días, cuando se cumplen tres años de la última vez que vistió la camiseta cubana, en los Mundiales de Moscú 2013.

A Orlando Ortega (25 años) le ha venido de días poder intentar en Río su primera medalla olímpica, y la primera, desde luego, de los 110 metros vallas para un español, con lo que mejoraría así el sexto puesto que, como cubano, logró en Londres 2012. Ortega es de los pocos atletas en el mundo que han bajado de los 13 segundos en las vallas altas (12.94, en el 2015) y esta temporada ha rozado de nuevo la enblemática barrera (13.04) y se presentará en el Estadio Engenhao de la zona de Maracaná con el tercer mejor crono acreditado de los participantes.

HORTELANO, ¿AL LADO DE BOLT?

No se esperan, aparte de estas tres, más posibilidades de medalla en un equipo de 47 atletas del que este mismo jueves se cayó el maratoniano segoviano Javi Guerra, víctima de una lesión en el gemelo. Guerra había sido cuarto en los Europeos de Zúrich 2014 y 13º en los Mundiales de Pekín 2015, donde se ganó plaza fija para la cita olímpica.

Una cita que, en cambio, no se perderá la ilusión de la que hablábamos al principio, la nueva esperanza blanca de la velocidad europea, Bruno Hortelano. El esprinter, criado en Estados Unidos y Canadá, dejó una impesión inmejorable en los Europeos de Amsterdam de hace unas semanas, donde fue cuarto en 100 metros y nada menos que campeón en el doble hectómetro, que es la prueba que ha elegido para correr en Río. Estar al lado de Usain Bolt en la final del próximo jueves sería no solo una gran noticia para él sino para el atletismo español, que nunca ha situado a un velocista en una final.

El récord que batirá España será probablemente el de Jesús Ángel García Bragado, cuando el marchador de 46 años tome el viernes, día 19, la salida en sus séptimos Juegos, más que ningún otro atletas masculino, e igualado con la velocista Merlene Ottey (Jamaica/Eslovenia).