La selección de baloncesto busca despedirse de Río con buen sabor de boca. Con una sonrisa. Así ha sido en los últimos torneos internacionales y ese es el objetivo que se marca en estos Juegos, que ya tocan a su fin. El sueño de la final olímpica se le escapó frente a Estados Unidos, en un partido en el que España dio la cara y logró competir (76-82), aunque es cierto de que no dio la sensación de contar con la energía suficiente para cambiar el desenlace, como sucedió en las finales de Pekín-2008 y de Londres-2012.

La misión, en cualquier caso, sigue abierta, como explicó Scariolo horas después de la derrota frente a las estrellas de la NBA. “El objetivo era subir al podio y estamos a un partido de completar nuestro misión”, afirmó. “El equipo está unido y comprometido porque la importancia de hacer algo tan grande es superior a todos los problemas físicos y achaques de una competición tan dura y larga”.

Esa sensación de trabajo inacabado es la que se ha instalado también en el vestuario español, que intenta asimilar cuanto antes el dolor que produjo la derrota en la semifinal. "Hay que levantarse y terminar bien. Irnos sin medalla sería muy malo”, asegura Juan Carlos Navarro, el veterano jugador de la selección, uno de los integrantes de la generación dorada del 80 que seguramente vive su despedida olímpica pero que no se pone fecha de salida, como tampoco lo haceGasol. El pívot dejó abierta incluso lanzó un guiño en clave de futuro. “Siempre piensas que el siguiente partido puede ser el último”, explicó.“Tengo ganas de jugar todo lo que pueda y trabajo duro para seguir haciéndolo a un alto nivel. Veremos el año que viene. No quiero adelantar acontecimientos”, remarcó.

RIVAL CON SELLO NBA

El deseo de Australia de hacer historia en Río se estrelló contra la defensa de Serbia en la semifinal. El equipo que dirige Andrej Lemanis llegaba lanzado a la lucha por las medallas y tiró todas sus opciones en una nefasta primera parte contra Serbia, que cerró con 14 puntos, (23 de 29 tiros fallados) la peor marca ofensiva en unos Juegos desde 1972.

Dolida aún por el batacazo llegará Australia a la pelea por el bronce frente a una selección española, que también intenta recomponerse anímicamente para cerrar con buenas sensaciones el torneo (16.30 horas). Pero por nombres y por recursos, se antoja como un rival temible.

A la vuelta de Patrick Mills, el base de los San Antonio Spurs y referente anotador del equipo, y del exbase de los Cavaliers,Matthew Dellavedova, traspasado este verano a los Milwaukee Bucks, Australia añade el peso de aleros como el exazulgrana Joe Ingles, ahora en las filas de Utah Jazz, deBroekhoff, del Lokomotiv Kuban, y la contundencia de los interiores, Andre Bogut, que viajará de los Warriors a los Mavericks esta próxima temporada, oel rocoso Aron Baynes (Detroit Pistons).

Scariolo aclaró que Australia no tiene el nivel que se vio en la semifinal Serbia. "Tuvo un mal día, pero es un equipo fuerte, grande, con muchos jugadores NBA, un equipazo", indicó el seleccionador para recordar que "nadie la quería ver ni en pintura" antes de que jugaran la semifinal.