David Rudisha es el atleta de las grandes ocasiones. Cuatro años después de su memorable carrera en los Juegos de Londres, rematada con la vigente plusmarca mundial de 800 metros (1.40.91), el corredor masai, con su poderosa y espectacular zancada, volvió a colgarse el oro olímpico en Río en una final electrizante y rapidísima.

Su compañero de equipo, Alfred Kipketer, imprimió un ritmo suicida desde el tiro de salida, pasando la primera vuelta en menos de 50 segundos (49.81). Luego acabó pagando su atrevimiento, pero la carrera ya estaba lanzada.

Rudisha, fiel a su estilo, se situó en cabeza y aceleró en la contrarrecta, poniendo a los restantes siete finalistas en fila. Por un momento pareció que Rudisha era capaz de superar su plusmarca lograda en la final olímpica de Londres. El paso de Kipketer hizo que la recta final se hiciera demasiado larga y el keniano acabó en 1.42.16, su mejor marca en los últimos cuatro años. El argelino Taoufik Makhloufi (plata) y el estadounidense de 21 años, Clayton Murphy, bronce, también finalizaron por debajo de 1.43.

Rudisha es el cuarto ochocentista que repite título olímpico en dos Juegos consecutivos, tras los dobletes del británico Douglas Lowe, en 1924 y 1928, el estadounidense Mal Whitfield, en 1948 y 1952, y el legendario neozelandés Peter Snell, en los Juegos de 1960 (Roma) y 1964 (Tokio).

UN 'PISCINAZO' DE ORO

El 'piscinazo' de la bahameña Shaunae Miller sobre la línea de llegada en la final de 400 metros privó a la estadounidense Allyson Felix de la que hubiera sido su quinta medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, todo un récord en el campo femenino.

Miller salió por delante de Felix en la última curva, pero la cuádruple campeona olímpica aceleró en la recta de llegada hasta empatarse prácticamente con la bahameña. Ésta, en un último esfuerzo al borde de la crispación, optó por tirarse en plancha sobre la meta y ganó con 49.44 segundos, arrebatando in extremis el oro a Felix (49.51) y la posibilidad de convertirse, anoche, en la primera atleta con cinco medallas de oro.

Aunque no está todo perdido para Felix, que podría sumar su deseado quinto metal dorado, e incluso un sexto, con los equipos estadounidenses de relevos 4x100 y 4x400.