Se suele decir que los principios nunca son fáciles y Benicàssim no es una excepción. 100 días de gobierno después queda mucho por hacer y más por mejorar.

El 26 de mayo los benicenses dijeron alto y claro que no querían más rodillos, que no querían más decisiones unilaterales ni unipersonales, que no querían más de lo mismo; querían diálogo, pluralidad y consenso. Este mandato es el que asumimos desde Ciudadanos como llave de gobierno. Fuimos la tercera fuerza más votada y la que más creció. Los benicenses confiaban en nosotros y no les íbamos a defraudar.

Con esta consigna hemos llegado hasta hoy y tanto mis compañeros, Domingo y Javier, como yo misma, estamos dando lo mejor de nosotros mismos para que así sea. Pero como he dicho, no está siendo fácil. Las costumbres o los vicios enquistados en el bipartidismo tras años de mayorías absolutas no se esfuman de la noche a la mañana.

Un pacto debería de basarse en la confianza mutua y en la lealtad institucional. En la confianza entendida como el respeto a las funciones atribuidas a cada partido como si fuesen propias porque lo único que se busca es el beneficio común para los vecinos de Benicàssim. Ni más ni menos.

Es decir, se trata de potenciar lo que nos une y dejar a un lado lo que nos separa. En Ciudadanos lo tenemos claro y por ello, esperamos que nuestros compañeros de gobierno también lo tengan y pongan lo mejor de sí mismos por Benicàssim y por los benicenses.

En estos 100 días hemos trabajado duro y, sobre todo, con mucha humildad. Desde las concejalías que nos ha tocado el honor de dirigir hemos desbloqueado situaciones que parecían imposibles, así como empezado proyectos ilusionantes.

Entre los proyectos ilusionantes están las nuevas delegaciones de Territorio Inteligente, pionera en España, y Desarrollo Sostenible. Delegaciones que ponen a Benicàssim en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático y la innovación.

También en Turismo queremos y necesitamos avanzar. Para ello, hay que poner en el punto de mira en las nuevas tecnologías y empezar a vender experiencias. Benicàsssim tiene que ser una ciudad viva los 365 días del año y no solo unos meses al año. Desestacionalizar el turismo sigue en nuestra lista de prioridades pero no a cualquier precio ni de cualquier forma. Para ello, es fundamental que el Botànic dé marcha atrás y se comprometa a no imponer una tasa turística que dilapidaría un sector que urge un impulso y no más trabas. No queremos su particular versión de «te invito, pero pagas» o «todo para el pueblo, pero sin el pueblo».

Asimismo, en estos pocos días hemos conseguido otros logros. En Personal normalizar las relaciones con los empleados públicos con el fin de llegar pronto a un nuevo acuerdo tras meses de disputas con el anterior Ejecutivo y en Seguridad Ciudadana avanzar en la nueva comisaría y ampliar la plantilla de la Policía Local, entre otras cuestiones.

Poco a poco, con pasos cortos pero firmes. Con la conciencia tranquila de estar dando lo mejor por nuestros vecinos y poniendo todo de nuestra parte para que la adaptación a una nueva forma de hacer política en Benicàssim sea posible.

*Concejala de Turismo en el Ayuntamiento de Benicàssim