Para Ciudadanos, el Corredor Mediterráneo es una infraestructura de primer orden y a la que, el Gobierno durante años ha dado la espalda. En el 2011, el ministro socialista José Blanco prometió en Bruselas tener a punto cinco ejes, en el 2020 los dos prioritarios y para el 2030 el resto, pensando que de los fondos europeos se iba a subvencionar parte de las obras y criticando duramente al Gobierno de Aznar que en el 2003 dejó excluido ya esta infraestructura. El sistema ferroviario ha ido dando bandazos dentro de la política del PP, dependiendo de qué interesara prometer a diferentes CCAA o asociaciones de empresarios.

La ambigüedad del Gobierno del PP en su apoyo al corredor ferroviario del mediterráneo se transformó en el rechazo en el Congreso por el PP y PNV en el 2012. Por ello, hemos tenido que esperar hasta el 2017 para que el PP, tras las presiones constantes de Cs y sus exigencias para los Presupuestos Generales, así como las de los empresarios y ciudadanos de la franja mediterránea, se haya visto en la obligación de prometer lo que ha sido una necesidad para la economía española durante años. No obstante, la realidad es que la ejecución de la infraestructura no está avanzando ni al ritmo ni de acuerdo con el proyecto que fue aprobado desde Europa, una doble plataforma que permita a viajeros y mercancías circular de forma independiente, de acuerdo con sus necesidades, tiempos y frecuencias.

Asumimos que el tercer carril en Castellón es una solución provisional que debe llevarnos a la doble plataforma. Desde Ciudadanos seguimos presionando y exigiendo al Gobierno por la gran falta de servicio, la inseguridad de fechas que continuamente modifican, pero también les preguntamos: cuanto ha costado y cuanto costará.

*Diputada nacional de Cs en el Congreso por la provincia de Castellón