En el primer artículo que publico en este 2016 quiero hablar de los retos que como ciudad se nos plantean este año. El reto de convertir la Vall d’Uixó en esa ciudad inteligente, integradora y sostenible que nos haga mirar al futuro con optimismo. Y para ello es necesario trabajar en un cambio de modelo productivo, que deje atrás la pesada losa de ser la ciudad más vulnerable del país.

La Vall d’Uixó que quiero es una ciudad donde los jóvenes no tengan que irse fuera en busca de oportunidades. Una ciudad donde se puedan crear proyectos de vida. Una ciudad donde los mayores de 45 años no se encuentren con las puertas del empleo cerradas. Una ciudad que sea conocida por su capacidad emprendedora y su apuesta por la la innovación, el desarrollo y la investigación.

Ser valiente no es solo cuestión de suerte. Y desde el equipo de gobierno progresista de la Vall d’Uixó estamos teniendo la valentía de impulsar todas las herramientas a nuestro alcance para conseguir ese cambio de modelo productivo, contando con la Universitat Jaume I, su Instituto de Desarrollo Local y Espaitec, el parque científico, tecnológico y empresarial de la UJI.

Esta es la línea en la que vamos a seguir, convocando un foro de participación ciudadana en el que entre todos los que formamos la sociedad vallera podamos opinar y dialogar. Porque tenemos la suerte --de la que hablaba antes-- de contar en nuestra ciudad con personas con mucho talento y con buenas ideas y con un tejido asociativo muy activo y comprometido, al que queremos escuchar.

Durante los últimos ocho años de gobierno del Partido Popular no se ha convocado esta plataforma, porque el PP nunca ha creído en el diálogo. Pero en solo seis meses hemos sido capaces de revertir esta situación y hemos empezado a poner la semilla de esa ciudad de futuro en la que todos los valleros y valleras contemos.

Por eso el proyecto que presentamos a los Fondos Feder, que podrían traer a nuestra ciudad una inversión de cinco millones de euros, es fruto de la colaboración ciudadana gracias a unas jornadas en las que empezamos a construir un plan estratégico que será la base sólida sobre la que trabajar para conseguir financiación de otras administraciones públicas.

Una apuesta que se ve en el presupuesto municipal de este año, con partidas específicas para dar impulso a la innovación, el desarrollo, la formación, el cooperativismo y la búsqueda de financiación europea. Retos no solo de este 2016, sino también de la legislatura. Porque no vamos a resignarnos a que nos sigan llamando generación perdida. H

*Alcaldesa de la Vall d’Uixó