El 21-D --D de diciembre, pero también de decisivo-- es una fecha marcada en el calendario, pero el 22 tiene que ser un día para los constitucionalistas. El 21 será el día en el que los catalanes deberán elegir un Govern que mire por la unión y la convivencia, por el progreso económico y social, o por el contrario, un Govern que solo piensa en una parte de la sociedad catalana y que antepone su procés y su hoja de ruta frente al bienestar y el progreso.

El día después, el 22 de diciembre, será la fecha en la que los constitucionalistas deberemos unirnos por una Cataluña próspera, innovadora y de oportunidades. Si los independentistas han podido unirse en estos años para romper España y fracturar la sociedad, estoy segura de que los constitucionalistas haremos los deberes. Al igual de segura de que Inés Arrimadas liderará un cambio crucial en una Cataluña que hasta hace poco generaba admiración en el resto de España. Y aunque, estos días, parece que todos los partidos se han unido contra Cs por rechazar el cuponazo vasco injusto e insolidario, nuestra formación ha demostrado que es capaz de defender a los españoles, al tiempo que de llegar a acuerdos y reformar, con ambición y sensatez, un país agotado por el bipartidismo y que ha cedido a los nacionalismos durante años.

Por ello, el 22-D será la fecha en la que ojalá se pueda hablar de reformar España en lugar de romperla, o de que Inés Arrimadas se convierta en la primera presidenta en Cataluña, un hito histórico. Si llega, ese día los catalanes podrán decir con orgullo que tienen una presidenta que piensa en todos, resolviendo los problemas y dedicándose a mejorar la educación y la sanidad. Porque el 22-D será tan importante como el 21-D para que todos podamos decidir nuestro futuro.

*Diputada de Ciudadanos en el Congreso por la provincia de Castellón