La semana pasada poníamos punto y final a una idea, un proyecto, que transforma nuestra ciudad y que mejora considerablemente el día a día de los ciudadanos de Castelló. Estoy hablando de la remodelación del Camí La Plana que después de meses de obras (y las correspondientes molestias) se ha podido abrir por completo al tráfico (y a ciclistas y peatones) generando así una auténtica vía verde que conecta el casco urbano con el litoral. Son de esas actuaciones con una distribución del espacio valiente pero acorde a las necesidades y demandas actuales, que cambia los hábitos, que agradecen los vecinos de la zona y satisfacen a todas las personas implicadas en el proyecto.

Detrás quedan promesas y más promesas de una remodelación que era necesaria pero que nunca llegaba. Que nació con las demandas históricas de los vecinos de una obra que parecía que nunca se iba a hacer. Una actuación que va mucho más allá de un simple asfaltado, ya que dota de aceras, carril bici, nuevo mobiliario y espacio ajardinado, todo ello sin eliminar los dos carriles de circulación pero estrechándolos para calmar el tráfico junto a la instalación de badenes.

SE HA MEJORADO la accesibilidad y la seguridad vial, se ha reforzado la iluminación y se ha instalado un nuevo asfaltado fonoabsorbente que servirá para mitigar el ruido de los coches al transitar. Una inversión de cerca de cinco millones de euros que tiene parte de financiación de Europa. Una actuación de esas que van más allá del cemento y que tienen una clara vocación social por toda la actividad que ya ha generado y generará. Un arreglo de 3,8 kilómetros que da vida.

Una actuación en plena Marjaleria que complementa otros cinco millones invertidos en la zona en obras antinundaciones, arreglo de caminos o instalación de nuevo alumbrado público.

En paralelo, se han producido cambios normativos poco visibles pero que estoy seguro de que a lo largo de esta legislatura darán mayor seguridad jurídica y dignificarán la vida en la marjal. Hablo de regulación en los vallados y en las obras de mera conservación, de conexiones a red de agua potable para las viviendas existentes en zona no urbanizable o de planes especiales de minimización de impactos que tanto bien harán.

VOLVIENDO AL CAMÍ La Plana, me permitirán que recuerde cómo comenzó esta actuación. Rondaba por la cabeza del gobierno del Pacte del Grau pero el empujón definitivo vino de la tercera pata del acuerdo, cuando Castelló en Moviment metió el tema en una negociación de presupuestos y aceleró la ejecución de una idea compartida por todos, la remodelación del vial ya no tenía marcha atrás. Ya ven, cosas que inició el Pacte del Grau y que ha culminado el Acord de Fadrell. Esos que en lugar de quemar iglesias han arreglado más colegios que nunca. Los que no sabíamos gestionar pero hemos bajado la deuda pública donde otros ni podían imaginar. Los que se preocupan por cumplir lo que prometen y mejorar nuestras calles con pequeñas y grandes acciones, siempre pensando en carne y no solo en cemento. Pensando en aquellas actuaciones que mejoren significativamente la vida de las personas.

*Portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló