El verano es tiempo propicio para reencuentros con familiares y amigos, tertulias acabada la cena donde se habla de todo y donde en pocos minutos se solucionan los problemas del mundo. Este año, más que hablar de problemas lejanos, la incertidumbre política aboca a que el tema principal sea la formación o no del gobierno.

En una de estas cenas nos reencontramos una decena de excompañeros de facultad con nuestras respectivas parejas. En un grupo numeroso aparecieron simpatías en todo el espectro político; pero quiero hoy destacar aquí las afirmaciones de una compañera de Alicante, afiliada del PSPV-PSOE y que nos dejó claro a toda la mesa que “o Pedro Sánchez, que no el PSOE, permite que se forme gobierno o en las terceras elecciones mi voto será para el Partido Popular porque ya está bien”.

Esta afirmación que en otras ocasiones hubiese provocado una sorpresa mayúscula, fue secundada por su marido y por otro compañero, tanto de universidad como de encuentro, castellano manchego. Éste último lo explicó muy sencillo “el PSOE no debe confundir hacer oposición con oponerse a todo” y “si los españoles nos quieren en la oposición como dijo Sánchez la noche del 26J es porque quieren que sean otros los que gobiernen”.

Ante un ejercicio de cordura y sensatez existente en la base del PSOE, en sus propios afiliados y votantes, la dirección sigue alejada de la realidad y aislada de las necesidades reales de los españoles. Todo el mundo tiene claro donde debe estar cada uno en función de sus votos excepto aquel que se niega a escuchar la voz, cada vez más fuerte, hasta de sus propios compañeros. H

*Diputado provincial