Corrían los años 50 y en la zona nordoeste de la ciudad de Castellón, se iba engendrando y creando lo que hoy en día se conoce como grupo San Agustín y San Marcos, barrio emblemático de la ciudad de Castellón de la Plana. Encuadrado en el distrito norte de la ciudad, y habitado desde sus inicios por gente humilde y trabajadora y caracterizada siempre por su hospitalizadad y talante abierto de sus gentes como siempre lo han descrito los que han visitado nuestro barrio.

En sus orígenes, vecinos y vecinas venidos de pueblos del interior de la provincia de Castellón, como Vall d’Alba, Atzeneta, Culla, Sueras, Albocàsser..., y de otras zonas de la geografía nacional como Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucia, fueron poblando la zona. Tras el primer envite de estas primeras familias creadoras del barrio, decidieron ir creando con sus propias manos las casas en unas parcelas de algarrobos que gustosamente cedió el señor Agustín, quién dio nombre al barrio. Agradeciendo también a la señora Manolita y el señor Monterde quienes facilitaron el agua del pozo para consumo humano y construcción de las casas y los materiales de construcción, respectivamente.

Pero las demandas en busca de un mejor bienestar de la zona y reclamando mejoras fueron una prioridad que desencadenó en la fundación en el año 1967 de la Asociación de Vecinos y Propietarios de San Agustín y San Marcos del Sol, hoy en día Asociación de Vecinos San Agustín y San Marcos.

Después del enterramiento de la antigua vía del tren, el Barranco del Sol siempre ha sido y es uno de los objetivos prioritarios de las diferentes juntas directivas que han ido pasando y reclamando en éstos 50 años que todavía no está resuelto.

Un momento importante para el barrio y sus vecinos fue la construcción del alcantarillado y alumbrado, del que pasados estas décadas, esperamos ansiosamente ahora poderlo renovar ya que desde entonces tan sólo se han hecho pequeños parches de mejora de algunas zonas cullo alcantarillado era un problema pero solicitamos una acción total en la mejora del alcantarillado de todo el barrio. «Un pequeño pueblo, dentro de una gran ciudad», así es San Agustín y San Marcos con sus cerca de 5.000 vecinos que día a día luchan por sacar adelante a sus familias y tener un barrio digno. La idiosincracia de San Agustín y San Marcos, con servicios tales como centro de salud, farmacia, colegios, bares y restaurantes, panaderias, tiendas..., y comercios que hacen del barrio un pueblo pero dentro de una ciudad.

Pero San Agustín y San Marcos, lleno de gente trabajadora como indiqué anteriormente, no se ha salvado de la grave crisis que azotó el territorio nacional y aún con los últimos coletazos, vecinos del barrio luchan por conseguir un empleo para sacar adelante a sus familias. Para ello, desde la asociación de vecinos, y aprovechando este 50º aniversario, vamos a realizar unas encuestas a la ciudadanía del barrio para ver la situación actual del barrio en cuanto a empleo, formación, servicios, franja de edad..., una encuesta completa para solicitar a las administraciones competentes un plan de mejora para el barrio. Plan consistente en planes de empleo y infraestructuras demandadas. Además, entre las actividades programadas en este aniversario también está la ayuda al comercio local con campañas para consumir en los comercios del barrio.

Pero, sobre todo, en estos momentos en los que nos encontramos, queridos vecinos, es indispensable «evocar y recordar» el barrio «de donde somos y de donde venimos». Un barrio, San Agustín y San Marcos, experto en la «lidia de adversidades diarias». Barrio donde sus vecinos tienen nombre y apellidos y en el que nos apollamos los unos a los otros llevando la «esencia de barrio» por bandera. En nuestro barrio todo o casi todo requiere un esfuerzo, y nada es fácil, tan solo lo sea el calor de sus gentes que nos abren sus puertas de casa para mostrarnos su ayuda.

Todos estos años de convivencia en el barrio, y tras atravesar algunos momentos difíciles y complicados, tan sólo me quedo con una cosa: no entiendo de políticos, entiendo de personas. De grandes personas, sobre todo, vecinos unidos y preparados para la lucha, porque con la fuerza de la ciudadanía todo es posible.

Deseo finalizar este artículo recalcando una palabra: «respeto». Respecto sobre todo cuando va unida de otra gran palabra que identifica a San Agustín y San Marcos: «pueblo». Palabras que de tanto malgastarlas casi no nos quedan, porque sin respecto hacia nuestros pueblos y sus gentes, Castellón dejaría de ser la gran ciudad que es hoy. En cuanto a nuestros gobernantes actuales y próximos, tan sólo una recomendación: recuerden que para ganar un pueblo no es sufiente con aprender su lenguaje, hay que respetar cada una de las palabras que lo forman y no olviden para quién trabajan, señores y señoras.

#lafuerzadelaciudadania. Solo no puedo, contigo sí.

*Presidente de la Asociación de Vecinos San Agustín y San Marcos