La grandeza de la democracia es el profundo respeto al pensamiento individual. Un concepto que, últimamente, en Vila-real parece que no gusta a Benlloch y su equipo que se han empeñado en imponer un pensamiento único desde su atalaya de mayoría absoluta.

El alcalde ha decidido imponer su criterio y tratar de amordazar a quien piense diferente. Y no es un pensamiento hiperbólico, solo hay que ver lo que sucede en cada pleno donde el alcalde y sus escuderos no pueden evitar mostrar su verdadera forma de actuar: les gustaría una oposición silenciada.

El PP de Vila-real tenemos otra visión de las cosas, del futuro de nuestra ciudad. Nuestro camino está enfocado únicamente en estar al lado del vecino. En el último debate ordinario planteamos tres propuestas de avance. Tres ideas en positivo que los propios vila-realenses pedían y que, como siempre, contaron con el rechazo en pleno de Benlloch.

Una de ellas iba dirigida a ampliar la subvención para Acudim para luchar por la eliminación de barreras arquitectónicas. La segunda para mejorar la protección de nuestro patrimonio y la tercera para contar con un servicio de ambulancia en las instalaciones deportivas en fin de semana.

Su intolerancia hizo que ni siquiera se plantearan debatirla o valorar si eran positivas para Vila-real. Esta es la visión miope del absolutismo local que vive ahora Vila-real, la ausencia de empatía con los ciudadanos. H

*Portavoz del PP en Vila-real