La repetición electoral estaba pensada para desbloquear la política española, pero solo sirvió para atascarla aún más. Pedro Sánchez ganó de nuevo las elecciones, pero será más difícil formar Gobierno que en abril.

El recuento ofrece un panorama muy complicado para el Ejecutivo socialista. El PSOE pierde tres escaños y aún más baja Unidas Podemos, que se deja siete, al pasar de 42 escaños a 35, una caída que no se compensa con los tres de Más País. El hundimiento de Ciudadanos, que pasa de 57 a 10 escaños, y el ascenso del Partido Popular y de Vox, consolidan en el Congreso las posiciones más a la derecha mientras el centro se vuelve irrelevante.

El Gobierno era complicado en abril, y ahora es un jeroglífico inescrutable. Pablo Iglesias pidió inmediatamente retomar la coalición de izquierdas «como única manera de frenar a la extrema derecha», pero esa opción está ahora un poco más lejos de la mayoría y depende al menos de la abstención de ERC. Ciudadanos, pese a su debacle, puede tener la llave. Si el PP decide abstenerse, es posible que sea necesario el voto afirmativo de los 10 escaños del grupo de Rivera.

Sánchez pidió «generosidad» para buscar el desbloqueo. «Nuestro objetivo es formar un Gobierno estable. Hemos ganado las elecciones. Esta vez sí o sí vamos a conseguir un Gobierno progresista».

Pese a quien pese y cueste lo que cueste, un Gobierno estable debe constituirse, por el bien de nuestro país. Evitemos lo resquemores ya que España no se puede permitir el seguir sin gobierno. Ya la UE presiona a las partes de forma directa, sin evitar las escuchas, a veces malvadas. Creo que se logrará.

*Secretaría Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón