Querido lector:

Al final todo irá saliendo, pero el agobio que la Conselleria de Educación ha provocado en los centros educativos con el programa Xarxa Llibres es de aúpa. Primero en los centros y en los ayuntamientos con las primeras ayuda (sin contar las polémicas políticas e institucionales). Y ahora, cuando finaliza la segunda fase con las entregas y la tasación. En Primaria han tenido más tiempo, aunque del lío no se han librado. Y ahora en Secundaria los libros se agolpan y el personal de los centros se las ve y se las desea para clasificar, supervisar, seleccionar y demás.

En la provincia se han entregado un total de 30.000 lotes de los manuales utilizados durante el presente curso para conformar el banco de libros del curso que viene. Y el hecho de que desde la dirección territorial de Educación hayan tenido que pedir a los profesores flexibilidad a la hora de darles el visto bueno, lo dice todo. Si la administración pide eso es que el agobio debe ser brutal. Así lo atestiguan profesores y personal de administración de las escuelas e institutos y así lo corroboran los sindicatos de la enseñanza de toda índole, estos ya de forma pública.

Si a eso sumamos el pago de la segunda parte de los 200 euros que supondrá otro añadido administrativo y complementamos con la falta de información y el engorro de tramitación que ha supuesto, según denuncian las asociaciones de padres de alumnos y los profesores, el percal se radiografía por sí mismo: prisa, improvisación, órdenes a última hora, falta de refuerzos, carencia de información adecuada... Y por si fuera poco, hay que sumar en todo el entramado de preparación del curso que viene, ya de por sí complicado, la ausencia de información sobre las becas comedor, el conflictivo con debate de la jornada continua del que la mayoría de padres ni se ha enterado todavía, los problemas de los cambios LOMCE...

Se puede asegurar taxativamente que si no es por la voluntad y la dedicación que han puesto y están poniendo profesores y personal de los centros, este programa hubiera sido inviable. Demasiado agolpamiento sin planificación adecuada.