Empieza agosto, el mes del verano por excelencia. Hace un año estábamos apenas aterrizando en la concejalía de Turismo en el momento álgido de las vacaciones en Benicàssim, hoy 365 días después, «cómo hemos cambiado».

Quién nos ha visto y quién nos ve. Recuerdo estos últimos años en los que se han encadenado hitos históricos: el fin de ETA, una abdicación real, la repetición de elecciones, golpe de Estado en Cataluña, un hombre afroamericano llegando por primera vez a la Casa Blanca, atentados, tsunamis, olas de refugiados, el ébola, etc. Pero, la verdad, y siéndoles sincera, nunca me hubiera podido imaginar una pandemia mundial.

Quizás porque nos creíamos invencibles. Quizás porque pensamos que en el primer mundo o en el Occidente «estas cosas no pasan». Tuve una sensación parecida cuando vi en directo chocar ese avión en una de las Torres Gemelas de Nueva York. No me lo podía creer, parecía más la típica película de acción norteamericana que la pura realidad. Pero, nada que ver, ahí empecé a darme cuenta que la realidad supera a la ficción. Y que todos somos igual de insignificantes ante las catástrofes.

¿Cómo podía sucederle eso al país en teoría más poderoso del mundo? Pues con la pandemia igual. ¿Cómo un virus que estaba en China, podía acabar por expandirse, provocando la mayor pandemia desde la peste o la gripe española? Al principio, allá por el mes de enero, recuerdo cómo debatíamos en las tertulias sobre esta enfermedad desconocida y que había irrumpido con fuerza en una ciudad china, llamada Wuhan. Todos con mayor o menor ingenuidad y sin tener ningún conocimiento médico al respecto, augurábamos que era «una simple gripe» y que nada podía pasar. Evidentemente, nos equivocamos. El virus ha llegado como un huracán y lo ha hecho para quedarse un tiempo entre nosotros retando nuestra forma de vivir y de relacionarnos.

Así 365 días después, en Benicàssim estamos preparados para hacer de este mes de agosto, otro agosto inolvidable para ti y tu familia, plagado de experiencias que te hagan querer volver a visitarnos el año que viene. Porque seguimos siendo el Benicàssim de siempre, el Benicàssim de siempre como nunca. Playa, montaña, naturaleza y mar. La simbiosis perfecta de cada verano.

Un destino seguro y saludable, en el que nuestros restauradores y hoteleros están trabajando duro para hacerte sentir como en casa. Este año no encadenaremos festivales --ahora mismo estaríamos recuperándonos del FIB y preparándonos para el Rototom-- pero tendremos otras experiencias diferentes, relajantes e igual de enriquecedoras.

Eventos como el de Benicàssim Inspira, con gran éxito, la magia y los cuentacuentos para los más pequeños, las visitas guiadas en la Torre San Vicente, citas de baile en grupo respetando las distancias de seguridad, el cine de verano, y un inagotable número de actividades.

Para ello, necesitamos también vuestra colaboración. El virus sigue ahí fuera y hay que respetar todas las medidas sanitarias. Ser solidarios y responsables por nosotros, por ellos, por lo que están y por los que se han ido. Porque hacer de este verano atípico, un verano memorable, depende de todos. H

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Castellón y teniente alcaldesa de Benicàssim