Alarma ante los nuevos datos sobre violencia sexual. La Fiscalía reconoce un incremento del 23,2% de delitos contra la libertad sexual durante el pasado año. La tendencia sigue en alza y resulta preocupante el aumento de denuncias de violaciones a menores, un 54,7% más. ¿Estamos ante un incremento de agresiones o de denuncias? Los especialistas no tienen una respuesta clara. Si bien es evidente que movimientos como el #Metoo o el 8-M han ayudado a crear una mayor conciencia social, también es cierto que numerosas mujeres acuden a oenegés en busca de ayuda, pero no se atreven a denunciar. Buena parte de la violencia sexual aún queda impune. Otras cifras se suman a la inquietud. Según datos recogidos por la oenegé feminicidio.net, desde aquellos negros Sanfermines del 2016 se han producido 104 agresiones sexuales múltiples, y van en aumento. De esos casos, la mayoría han sucedido en Andalucía, Comunitat Valenciana y Cataluña. Destaca en la preocupante estadística que 87 de los 356 agresores eran menores de edad cuando cometieron el delito y que una de cada tres víctimas también lo era. Un 13,5% de las agresiones fueron grabadas o fotografiadas. La realidad no admite dilaciones ni excusas.

El machismo debe combatirse con absoluta firmeza desde todos los flancos. Desde el Gobierno (completando la reforma de los delitos sexuales), la justicia y, por supuesto, la familia y la escuela. Dejar la educación sexual en manos de la pornografía supone perpetuar la cultura de la violación.