Estos días están más presentes que nunca en nuestras agendas los hombres y las mujeres que trabajan la tierra, gracias a la festividad de San Antonio Abad, patrono de los ganaderos, veterinarios y protector de los animales.

La celebración nos anima a recordar nuestras raíces, la importancia de nuestro determinante sector primario y a arrimar el hombro para que siga siendo referente de calidad en toda Europa.

Entiendo que desde las distintas administraciones se debe velar por su viabilidad económica, la mejora de su competitividad y por garantizar que los productos del campo y del mar lleguen a nuestros mercados reconociendo y respetando al máximo los derechos y los esfuerzos del productor.

Desgraciadamente, teniendo que hacer frente a costes al alza por precios irrisorios, teniendo que afrontar competencia salvaje de otros países proveedores y teniendo que luchar por contar con los mejores canales de distribución y que éstos apuesten por el producto de proximidad, no es una tarea fácil.

Debemos estar al lado de las reivindicaciones de un sector que significa presente en nuestro país y debe significar también futuro. Por ello, también desde Peñíscola nos sumamos a las reivindicaciones propuestas por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador y asistiremos a la concentración convocada el próximo lunes día 21 de enero a las 20 horas en los municipios citrícolas de nuestro territorio. Concretamente, en nuestra comarca, la cita tendrá lugar en Vinaròs donde podremos visibilizar la inquietud compartida por la problemática a la que el sector debe hacer frente con la competencia de otros países productores, así como mostrar nuestro apoyo y solidaridad con las peticiones del sector.

El sector primario es el pilar sobre el que se asienta el resto de actividad económica en nuestro municipio; sin su condición de pueblo marinero ni su buena mesa gracias a los mejores productos del mar y la tierra, el turismo en Peñíscola no sería lo que hoy es.

Por todo, esta semana he querido dedicar esta reflexión y mi compromiso con este colectivo en estos días que son días de celebración, de hermandad y de fiesta; para que lo sean también de reconocimiento a quienes hacen posible que disfrutemos de los mejores productos de nuestra tierra.

Festejos en los que vamos a volver a comprobar el extraordinario trabajo y mimo con el que los propietarios de las caballerías engalanan sus carros y hacen grande esta fiesta, una fiesta llena de tradición.

A todos, felicitaciones y muy especialmente a la asociación de Sant Antoni y sus mayorales, sin ellos esta fiesta no tendría ni corazón ni alma, la que ponen ellos en su organización.

*Alcalde de Peñíscola