CARTA AL DIRECTOR

Sin entrar en su salida de España, y aunque a mí, al ser un ciudadano normal en mi ámbito privado nadie me regala 65 millones de euros, demos por bueno que los presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública, que investiga la Fiscalía, se han producido en el ámbito de su vida privada , tal y como el mismo emérito y su cegado corifeo mediático-político publicitan a los cuatro vientos en los últimos tiempos.

Cuando el Gobierno refrenda los actos del Rey, lo convierten en inviolable por ser irresponsable; pero ningún Gobierno ha refrendado los presuntos delitos al ser ajenos al desempeño de las funciones inherentes a su cargo. Es decir, la inviolabilidad no ampara los desmanes al margen de su empleo institucional.

Según sostiene, se va para «prestar el mejor servicio a los españoles» sin explicarse ante ellos y, haciéndose trampas al solitario, aduce que se marcha por su «afán de servicio».

Si la monarquía, en horas bajas, desestabiliza el país, no busquen culpables. Ha sido su presunto e indecoroso proceder, de eso no tengo ninguna duda. H

Miguel Fernández-Palacios