A pesar de haber apenas arrancado el año, Peñíscola programa y planifica ya sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Ermitana, que celebramos en el mes de septiembre. No hay año sin emoción, sin recuerdo, sin tradición y sin celebración en esas fechas. Este año, además, con más razón el trabajo de previsión debe arrancar con premura pues celebramos una fecha especial ya que en este 2017 se proclamará la Reina de los festejos número cincuenta. Un número redondo que nos recuerda que vivimos la tradición, que honramos a quienes nos la enseñaron y que nos empuja a seguir con ese cometido con las generaciones venideras.

Con acierto y pensando en homenajear al conjunto de reginas, la concejala de Fiestas, Raquel París, ha propuesto celebrar una gala en la que agradecerles a todas, como representantes de sus respectivas cortes de honor, su participación y su generosidad. En ella homenajeamos, de alguna forma, la participación de todas y todos los vecinos en la celebración de las fiestas patronales; la tradición que nos han transmitido de padres a hijos y testimoniamos nuestra voluntad de seguir respetando y conservando aquello que nos hace fuertes y compartir orgullo común, nuestras raíces.

Como colofón, el solemne acto de proclamación de la reina de fiestas número cincuenta de la historia de nuestra población, contará con una mantenedora de excepción, Rafaela Biosca, que fue la primera regina en aquel septiembre de 1968. Con ella y su corte, Peñíscola daría comienzo a esta tradición. Querida por todos, Rafaela va a ser quien represente a todas y cada una de las reinas de las fiestas en el escenario, quien dé forma y ponga voz a través de su testimonio a todos esos recuerdos compartidos por las distintas generaciones y quien nos recuerde que el pueblo que honra a sus tradiciones, alimenta las raíces que lo sostienen y lo hacen crecer. Enhorabuena, querida Rafaela.

*Alcalde de Peníscola