Al arrancar el mes de septiembre, siempre enfrento el recuerdo de las sensaciones y emociones de cada año. Plasmar y transmitir qué significan para mí nuestras fiestas patronales e invitar a la participación es siempre hablar de sentimientos y, año tras año, siento que es el más emocionante, el más emotivo.

Este año por una razón muy especial. El 7 de septiembre, día mágico para todos en el que se proclama a la máxima representante de los festejos junto a su corte de honor, se coronará en Peñíscola a Alejandra Martín como la reina de las fiestas patronales número cincuenta, una cifra realmente significativa para todos. Lo es porque demuestra el compromiso de la Ciudad en el Mar con sus festejos y lo es porque ilustra el esfuerzo que cada generación realiza para seguir cumpliendo con el legado de nuestros ancestros de dar continuidad a nuestra tradición.

Rafaela Biosca, primera en reinar en las fiestas de nuestra localidad, es la merecida mantenedora del acto; con ella rendiremos homenaje a quienes se atrevieron a brindarle un papel principal a la mujer en los actos públicos de los festejos; con ello agradeceremos a todas y cada una de sus sucesoras con sus respectivas cortes de honor que hayan continuado sumando esfuerzos por conservar la magia de aquello que sintieron sus antecesoras, aquello que vivieron y protagonizaron.

Por todo, estas fiestas serán distintas, serán únicas; en lo que no cambiarán es en la implicación, participación y compromiso de las entidades y colectivos que forman parte de ellas y las hacen grandes. A todos, incluidas la comisión de fiestas y la comisión taurina, gracias por formar parte de nuestra historia.

Con toda la ilusión, os invito a participar de la devoción a nuestra patrona, de los actos programados con cariño y esmero por parte de tantos, y a convivir en armonía el respeto por la tradición. Bones festes i visca la Mare de Déu de l’Ermitana!

*Alcalde de Peñíscola