Poco más de un año le ha bastado a Pedro Sánchez para agotar el crédito que heredó del PP en materia de economía y empleo. Así de triste, así de real. Hace muy pocos días que conocíamos los últimos datos de la Encuesta de Población activa, y las cifras no podían ser peor, se miren por dónde se miren.

En el último trimestre de 2019, hasta 7.000 castellonenses perdieron su puesto de trabajo, al tiempo que se contabilizaron 11.500 empleados menos que en el mismo periodo del año anterior. Atrás ha quedado el resultado del último mandato del PP, cuando en la provincia se creaban 6.000 puestos al año. Se consiguió gracias al esfuerzo de todos los españoles tras el nefasto balance del PSOE, con los peores datos de desempleo de la historia de este país. Fueron años de mucho sacrificio, de ajustes, y sobre todo, de poner en marcha muchas reformas, semana tras semana, para volver a construir todo lo que la mala gestión de los socialistas había destruido, que era prácticamente todo, como quedó patente con los dramas que afectaron a familias enteras.

Lo advertimos en su día y lo seguimos advirtiendo, porque la economía se está deteriorando a pasos agigantados desde que gobierna Pedro Sánchez. Hoy sigue habiendo 40.500 demandantes de empleo que no encuentran una ocupación en Castellón.

Y las perspectivas no apuntan bien. Llevamos meses de puro bloqueo, con una izquierda que solo está pendiente de los sillones y la creación de altos cargos, más que nunca en toda la historia de la democracia de España. Y no contentos con atender sus propias necesidades antes que las de los españoles, su máxima preocupación es activar medidas que solo van a servir para desactivar el mercado laboral. La subida del salario mínimo interprofesional no solo no va a ayudar a realizar nuevas contrataciones, sino que va a enviar directamente al paro a muchas personas que prestan sus servicios en pequeñas pymes que no van a poder asumir el impacto de la brutal subida de costes, además de fomentar la economía sumergida.

Y por si esto no es suficiente, la alianza radical del PSOE y Unidas Podemos, de Pedro y Pablo, se ha propuesto rajar el melón de la reforma laboral, la gran herramienta diseñada por el Partido Popular para impulsar la creación de puestos de trabajo, a razón de más de 500.000 personas al año. Mal vamos, y mal acabaremos.

*Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial del PP