No hay dinero ni estrategia para la cerámica. Esa es la política del Consell para la provincia. Voces autorizadas del sector demandan mayor colaboración por parte de los políticos, especialmente de aquellos que tienen la obligación de gobernar, gestionar y planificar.

Sus propuestas son muy claras. Se necesita un plan de reindustrialización basado en la concentración, el ahorro energético, la colaboración universitaria y la calidad certificada.

El primer objetivo debe ser apuntalar el crecimiento de los últimos meses, pero el camino es largo. En un mundo cada vez más global y mejor comunicado, con países emergentes pisando los talones a las viejas economías, o pasándoles por encima, hay que aprovechar las ventajas competitivas.

Los más veteranos recuerdan como una vez la agricultura fue rentable en Castellón, pero la irrupción de un sector industrial fuerte provocó que se le fuera dando la espalda, y el glamur azulejero cegó a quienes debían tomar decisiones atrevidas.

Hoy nuestro sector agrícola sigue pendiente de una reconversión y no logra ganar posiciones en una economía cada vez más despiadada.

Aprendamos la lección. Tomemos ahora las decisiones que marcarán nuestro futuro. Una industria fuerte es buen caldo de cultivo para las nuevas tecnologías, para la ciencia y la innovación. H

*Portavoz de Ciudadanos en Vila-real