El pasado jueves se presentó el libro de José María Arquimbau en la Diputación Provincial. Si alguien merece un reconocimiento a su trayectoria periodística y radiofónica en Castellón es, sin duda, el bueno de José María. Y esta presentación literaria fue, en cierto modo, un acto de homenaje a la voz de la provincia.

El aforo se redujo a treinta personas, por lo que un servidor, siempre dado a acudir a las citas a punto y hora, se quedó fuera. Con dos palmos de narices. Como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando. Cierto es que el vigilante del palacio de la plaza de las Aulas se mostró educado, aunque no por ello menos contundente. No había sitio, punto y final.

José María ha dado voz a los que no la tenían. Ha sido un informador sólido y solvente durante toda su carrera. Y como comentarista de opinión, ya en los últimos tiempos, es de los profesionales que no tienen pelos en la lengua a la hora de cantar las verdades del barquero.

Su libro, titulado Pequeñas historias de una voz , promete ser la revelación estival de esta bendita tierra. Publicado por la Excelentísima Diputación, que, esta vez sí, ha sido excelentísima. No veo más que un enorme acierto en la publicación de esta obra. Por ello les pongo un 10 al área de Cultura y a la Presidencia del ente. H

*Escritor