El arte de la guerra (de Sun Tzu) es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos, inspirando en su día a Napoleón, Maquiavelo o Erwin Rommel. A pesar de tener dos mil años de antigüedad, es muy utilizado como guía en programas de administración de empresas y liderazgo, gestión de conflictos y cultura corporativa. Una de sus frases lapidarias es que para poder vencer al enemigo nunca debes subestimarlo.

La Universidad de Harvard (Massachusetts) está considerada la mejor del mundo en la mayoría de conceptos (dotación económica, número de publicaciones, de antiguos estudiantes con premio Nobel, de antiguos estudiantes que son jefes de Estado, etc.). Además, con sus 15 millones de volúmenes tiene la mayor biblioteca de todo EEUU. Pues a pesar de todo, un trío de reclusos dio una paliza intelectual a un grupo de debate de Harvard, en una evidente demostración de que una buena educación es el resultado de un espíritu emprendedor ante las adversidades, y que el saber no se obtiene yendo a un lugar académico sino trabajando por sí mismo el talento que uno posee. Ocurrió en una prisión de máxima seguridad Nueva York. Allí, tres estudiantes de Harvard fueron invitados a debatir contra tres reclusos. A ambos, se les encomendó la tarea de defender la posición de que las escuelas públicas deberían rechazar a los estudiantes cuyos padres llegaron de manera ilegal. La juez que dirigía el debate concluyó que los universitarios no respondieron bien a partes del argumento de los presos, quienes se habían documentado en la precaria biblioteca del penal y sin acceso a internet. El equipo de Harvard dijo que los habían subestimado. El libro de Sun Tzu debe estar en un rincón de la fastuosa biblioteca de la Universidad acumulando polvo y sin abrir.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)