En mayo, 2.241 vecinos de Almassora perdieron su empleo. La desaceleración económica que en 2019 daba sus primeros coletazos, se ha visto dramáticamente agravada con el coronavirus. En cinco meses, el paro se ha cebado con más de 400 familias, dejando atrás los 1.836 vecinos que en enero buscaban un empleo.

Es urgente actuar. Tres meses después del decreto del estado de alarma y con la recuperación de las libertades la próxima semana, es necesario dar aliento a quienes generan riqueza y empleo: los autónomos.

Desde hace tres meses venimos pidiendo ayudas y por eso exigimos que Almassora les asegure un balón de oxígeno que no llega. Tenemos un Ayuntamiento con una deuda reducida, como la propia alcaldesa publicitaba en febrero. Unas arcas que han recibido donaciones anónimas y renuncias de subvenciones de colectivos y asociaciones. Tenemos un colchón de miles y miles de euros como consecuencia de la suspensión de las fiestas de Santa Quitèria...

¿A qué esperamos? Urgimos al PSPV a que habilite un plan de ayudas como el que Onda aprobó a finales de marzo, como el que Benicàssim ha activado con tres millones de euros, o como el puesto en marcha en Segorbe o Moncofa.

Son solo unos pocos ejemplos de cómo otros municipios ayudan a su pequeño comercio mientras en Almassora seguimos esperando ayudas directas. Las mismas que este mes exigimos al Consell con una moción para garantizar una segunda orden de subvenciones para los autónomos. Una iniciativa que celebramos que se aprobara con el apoyo de todos los grupos.

Ahora solo falta que el PSPV dé el paso a nivel local. Cuenta con todo nuestro apoyo.

*Portavoz del PP en Almassora