La epidemiología es la ciencia que estudia la salud colectiva, los factores que la condicionan y su distribución en la población, en el espacio y en el tiempo; utilizando estos conocimientos para aplicarlos a la prevención y al control de los problemas de salud. Un ejemplo es el estudio de John Snow sobre la epidemia de cólera en Londres en el siglo XIX que demostró que el cólera era causado por el consumo de aguas contaminadas al comprobar que los casos de esta enfermedad se agrupaban en zonas concretas que tenían el mismo suministro. De modo que al clausurar el abastecimiento del agua supuestamente contaminada fueron disminuyendo los casos de la enfermedad. Este estudio fue realizado antes de que se descubriera la bacteria causante del cólera. Después, la epidemiología ha estudiado la distribución de otros problemas de salud como las enfermedades crónicas y los factores que las causan, incluyendo los políticos, económicos y sociales.

Desde hace más de tres décadas, la Sociedad Española de Epidemiología, que incluye a 1.200 profesionales, organiza un congreso anual para compartir los avances de la disciplina. Los días 12, 13 y 14 de septiembre tendrá lugar en Lisboa la 36ª Reunión Científica de la Sociedad Española de Epidemiología que se organiza conjuntamente con el 13º Congresso da Associação Portuguesa de Epidemiologia y reunirá a más de 700 profesionales. El lema del congreso es La Epidemiología en un contexto global y quiere poner de manifiesto que todo aquello relacionado con la salud de la población trasciende las fronteras de los países y solo puede ser abordado mediante acciones y soluciones multidisciplinares y cooperativas a nivel mundial.

Ilona Kickbusch, del Graduate Institute of International and Development Studies, en Ginebra, impartirá la conferencia sobre «los desafíos de la salud global en un nuevo contexto». Su conferencia enfatizará cómo los temas de salud no se están tratando de forma global. Esto significa que la información que utilizamos sobre la salud y los factores que la causan se suelen restringir a países concretos y no a los flujos globales. En consecuencia, gran parte de la gobernanza de la salud mundial se basa en el interés nacional de cada país, lo que puede ser altamente contraproducente en el establecimiento de prioridades para fomentar la salud global.

*Doctora