Los ciudadanos de Castellón observamos en 2004, cuando Zapatero presumía de que España estaba en la Champions League de la economía mundial, como las inversiones socialistas miraban hacia otras tierras. Y luego, a partir de 2007, seguimos observando con igual desesperación que en tiempos de apreturas y de contención en el gasto público eran las inversiones en nuestra provincia las primeras que caían de los proyectos socialistas, como ocurrió con el AVE, que con las obras licitadas y adjudicadas, suspendieron su ejecución.

Por el contrario con los gobiernos del Partido Popular se invirtieron 83 millones en la variante de la N-340 entre Peñíscola, Benicarló y Vinaròs; 171 millones en la conexión AVE entre València y Castellón; 335 millones en el eje ferroviario Sagunto-Segorbe-Teruel; 42,1 millones en la N-232 en Morella, en el Barranco de la Bota, para eliminar más de 60 curvas; y 199 millones en el Corredor Mediterráneo en el tramo entre Castellón y Vandellós. Y aún así, como no era suficiente y Castellón merecía más, el ministro Íñigo de la Serna triplicó los trenes que unen Castellón con el Maestrat creando en diciembre de 2017 una nueva Obligación de Servicio Público. Los trenes que unen Castellón con Vinaròs pasaron, así, de cuatro a 12 a finales de 2018.

Obras y acciones son amores y no buenas razones, según reza el refrán. Y efectivamente así es. Con la llegada de los socialistas al gobierno de la nación, nos encontramos una vez más con esa querencia natural del PSOE a perjudicar a la provincia de Castellón. El verano más difícil para nuestro turismo arranca sin AVE de Castellón a Madrid. Justamente en la campaña más complicada, más incierta y en la que se intenta —no ya salvar la temporada, que eso es imposible— minimizar los efectos del covid. Pero al gobierno socialista no se le ha ocurrido otra cosa que suprimir este verano la conexión de alta velocidad entre la capital de la provincia de Castellón y la capital de España. Sin duda un golpe muy duro para las expectativas turísticas, empresariales y laborales de nuestra provincia.

El año en que desde el sector se estaba apostando por el turismo nacional como bálsamo que mitigue las heridas por la ausencia de turismo extranjero; el año en que se estaba apostando por una fuerte promoción del turismo nacional, ofreciéndonos como un destino no saturado, no masificado y seguro, este año nos suprimen el AVE.

Y para acabar de redondear la tradicional desidia y persecución socialista hacia nuestra provincia, el histórico logro del gobierno del Partido Popular designando Obligación de Servicio Público los trenes a Vinaròs desde Valencia y pasando su frecuencia de 4 a 12, se ha vuelto a quedar en agua de borrajas con los socialistas. Los trenes a Vinaròs han vuelto a pasar de 12 a cuatro.

El PSOE ni está ni se le espera para trabajar por Castellón, porque cuando gobiernan se dedican a maltratarnos, antes con Zapatero y ahora con Sánchez, o a dejarnos inversiones ruinosas como las desaladoras o el Castor. No se si los líderes socialistas provinciales irán de tournée por las estaciones del Maestrat a hacerse fotos, ahora que su ministro nos ha dejado con la tercera parte de los trenes. Si tuvieran un mínimo de vergüenza política irían y se manifestarían para reivindicar lo que es justo y su partido nos niega, pero no caerá esa breva.

*Portavoz del Grupo Popular en la Diputación de Castellón