Cerrado el ejercicio 2018 es buen momento para hacer balance, reflexionar sobre lo vivido y marcarse nuevos propósitos que nos ocuparán en 2019. En el entorno se recogen mayores grados de incertidumbre, pero del análisis se pueden extraer medidas que apoyen el avance de nuestra economía y nuestra sociedad.

Echamos la vista atrás y vemos que no nos equivocamos cuando apostamos, junto a València y Alicante, por un proyecto confederativo vertebrador como el de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana. Las empresarias y empresarios de Castellón nos sumamos, con la vista puesta en la mejora económica y social de nuestra provincia, a un proyecto autonómico, consolidado en la actualidad, con el que nos sentimos representados y en el que estamos implicados. ¿Cómo podíamos seguir creciendo, sino unidos?, ¿cómo podíamos defender los intereses de las empresas y asociaciones a las que representamos, sino juntos?

Formar parte de una organización autonómica no nos ha impedido reivindicar lo que necesitamos, al contrario, lo hemos hecho con más fuerza. Nos preocupa acabar con el aislamiento de nuestra provincia, por eso desde CEV Castellón hemos reclamado la prolongación de la A-7 hasta Tarragona; la conexión de la A-7 con la CS-22; la conversión de la N-232 en la A-68; la ampliación y mejora de la red de cercanías o mejores accesos viarios y ferroviarios al Puerto de Castellón. Nuestra voz se ha sumado, como no podía ser de otra forma, a la del resto de empresarios y sociedad civil que, como nosotros, piden celeridad en la ejecución y puesta en marcha del corredor mediterráneo y del corredor cantábrico-mediterráneo.

La energía y la falta de recursos para políticas activas de fomento de la inversión en I+D+i y en digitalización, han sido otras de nuestras preocupaciones en 2018 y de ellas hemos dejado constancia en cada uno de los foros en los que hemos participado. No olvidemos que la energía es un factor clave de competitividad empresarial y que no podemos ser competitivos sin unas mejoras en la red de suministro energético que nos permitan reducir costes y ganar en eficiencia y sostenibilidad. Del mismo modo que necesitamos avanzar en la transformación del modelo económico, un modelo encaminado a ofrecer productos y servicios con un mayor valor añadido y a la altura de los retos competitivos de una economía cada vez más globalizada. La clave: intensificar la inversión en I+D+i; la pública y la privada.

Nos hemos mantenido firmes en la exigencia de reformar el injusto sistema de financiación autonómico. Lamentamos que el nuevo Gobierno desoyese lo que, desde 2009, la sociedad civil de esta Comunidad viene, venimos, reclamando: un sistema de financiación justo, con recursos suficientes y repartidos equitativamente.

Desde el punto de vista económico el balance de 2018 también es positivo. A pesar de constatarse una cierta ralentización de la economía, hemos crecido a tasas moderadamente altas. En la Comunitat Valenciana se ha registrado un crecimiento entorno al 2,4% en tasa anual -por encima del crecimiento de la zona euro (2,1%)- y se han creado algo más de 45.000 puestos de trabajo, 6.700 de ellos en la provincia de Castellón.

Nuestra provincia se ha mostrado como una de las más dinámicas del país, con una tasa de variación de sus exportaciones de más del 16% con respecto a 2017, 12 puntos por encima de la media nacional, con una tasa de cobertura que se aproximó al 145%, más de 54 puntos porcentuales por encima de la media nacional, gracias a sectores de la economía castellonense tan importantes como pavimentos y revestimientos cerámicos, combustibles, fritas o cítricos.

Y lo más importante, todo indica que nuestra economía en 2019, aunque avanzará a tasas más moderadas, seguirá manteniendo un buen tono, pudiendo crecer en el entorno del 2,2% a tasas superiores que las de las principales economías de la UE, lo que permitirá generar empleo neto y contribuirá a nuestro objetivo de reducir el paro.

La coyuntura internacional no es demasiado propicia y sin lugar a dudas condicionará nuestro desarrollo económico, pero las bases de nuestra economía son sólidas y el tejido empresarial está saneado; así que nuestras expectativas son altas. Contamos con un buen número de empresas que son líderes nacionales, empresas de importantes y punteros sectores con gran vocación exportadora, que tiran de la economía, haciendo posible que nuestra Comunitat siga generando riqueza y empleo.

Las empresas y empresarios de Castellón debemos continuar apostando por las palancas estratégicas de la innovación, la internacionalización y la formación para consolidar y afianzar las mejoras de productividad y competitividad y contribuir así a que nuestra Comunitat siga creciendo por encima de la media nacional.

La activación de estas palancas depende, en gran medida, del ámbito interno de las empresas y de su gestión. Sin embargo, el entorno -jurídico, fiscal y presupuestario- tiene un gran peso en la decisión final. En ocasiones, los factores jurídicos, fiscales y presupuestarios pueden incluso ser los componentes decisivos en un proyecto empresarial; a favor o en contra.

Por ello, desde las organizaciones empresariales reivindicamos, un año más, un entorno en el que prime la seguridad jurídica; en el que la fiscalidad favorezca el crecimiento y la inversión empresarial y en el que las políticas económicas cuenten con medidas y dotaciones presupuestarias que faciliten realmente la innovación, la internacionalización y la formación.

Si el entorno internacional y la coyuntura nacional están perdiendo dinamismo, si los vientos de cola para nuestra economía están perdiendo fuelle y si en otros enclaves económicos se está apostando por aliviar la carga impositiva de las empresas y están impulsando sus economías, lo último que debe hacerse dentro de nuestras fronteras en aras de mantener nuestros niveles de competitividad es subir los impuestos a nuestras empresas.

Las empresas y sus organizaciones hemos hecho gran parte de los deberes; hemos aprendido y hemos ajustado nuestra estrategia al nuevo entorno. El entorno continúa evolucionando con nuevos desafíos y requiere de todos -empresas, trabajadores, organizaciones y sector público…- nuevos esfuerzos. Ninguna sociedad puede avanzar sin esfuerzo y sin ilusión. Sin embargo, los esfuerzos deben ser medidos y repartidos equitativamente, obedeciendo a una lógica de largo plazo que contribuya al bienestar general. En llo estamos y para ello solicitamos la contribución de todos.

Bienvenidos al 2019.

*Presidente de CEV Castellón