La izquierda nos ha engañado a todos. Los que venían a salvar el mundo, los que venían a acabar con los barracones, no han sido capaces de hacerlo y, este próximo mes de septiembre, que será el último curso escolar en el que gobernarán, 10.000 niños seguirán estudiando en aulas prefabricadas. Pero claro, se debieron pasar tanto tiempo detrás de una pancarta y haciendo camisetas, de lo más creativas, que no tuvieron en cuenta que, si un día gobernaban, iban a tener que trabajar. Y así nos luce el pelo…

Engañaron a la gente, engañaron a las familias durante la pasada legislatura y también durante la campaña. Lo prometieron, prometieron acabar con lo que ellos llamaban instalaciones indignas y sabían que no podrían cumplirlo. Y no han podido cumplirlo pese a recibir 400 millones de euros más, para educación, gracias a las gestiones del gobierno de Mariano Rajoy. Pero como no saben gestionarlo, se han visto obligados a recurrir a los ayuntamientos con el programa Edifiqueu Alcaldes poniendo de manifiesto su incompetencia y el fracaso del mapa escolar que anunciaron a bombo y platillo al inicio de la legislatura. Esta izquierda valenciana puede manejar muy bien lo del imaginario colectivo, pero es evidente que se dan de bruces cuando tienen que gestionar la realidad. Son un lastre para esta tierra. ¡Pero si es que de los 219 millones presupuestados entre el año 2016 y el año 2017 para infraestructuras educativas sólo han ejecutado el 26%! Se han dejado por gastar 161 millones de euros. Imperdonable.

¡Y aún pretenden dar lecciones! Cuando el Partido Popular en los años más difíciles de la crisis, desde el inicio de legislatura en 2011, construyó un total de 37 colegios. El conseller Marzà cuenta 22, pero es que se atribuye la ejecución de 15 colegios en los que el PP hizo todo el trabajo. Es muy propio del conseller colgarse medallas con el trabajo de otros, porque de su trayectoria, lo único que se pueden colgar son sentencias desautorizando su política educativa. No ha habido en la historia de la Comunitat Valenciana ningún gobierno que haya invertido tanto en infraestructuras educativas como los gobiernos del Partido Popular: más de 600 centros puestos en funcionamiento con una inversión superior a los 2.400 millones de euros, frente a los 77 que realizó el PSOE desde el 1983 hasta el 1995. ¡77 centros en doce años! Y por lo que vemos, llevan la misma dinámica constructora, o peor. Lecciones no vamos a tolerar ni una porque su pésima gestión les incapacita para darlas.

Esta ha sido una historia de engaño, de mentira, de un gran fraude y de pérdida de credibilidad. El Consell de Puig y Oltra ha fracasado. Los que venían a resolver todo, no han hecho nada. El Consell de Puig y Oltra ha fracasado. Queridos lectores, ¿se acuerdan de aquel «anem a arreglar-ho»? Pues no lo han hecho. La construcción de infraestructuras educativas define la esencia del gobierno de izquierdas: mucha propaganda, muchos anuncios, muchas promesas y sólo una verdad: el desastre absoluto de su gestión.

*Diputada autonómica del PP