El Congreso del PPCS celebrado en Peñíscola el pasado 3 de junio, eligió a Miguel Barrachina nuevo presidente del Partido Popular de la provincia de Castellón. En un cónclave en que los afiliados pudimos participar de forma activa desde el inicio del proceso, se eligió una ejecutiva, que combina renovación y continuidad, y que contó con el respaldo del 98% de los que ejercieron su derecho a voto.

Miguel Barrachina es un hombre al que se le entiende todo cuando habla. No da rodeos, ni describe circunloquios para fijar su posición sobre aquellos temas que son capitales. Siempre ha defendido que sólo se pierden, aquellas batallas que no se libran. Y las batallas por la libertad, estamos dispuestos a darlas todas. Aquellos que andan buscando giros inesperados o diferencias con su predecesor, Javier Moliner, más vale que les quede clara una cosa: las diferencias podrán ser de estilo o de metodología, pero los principios, ideales y valores del PP; con eso, no se mercadea.

Ya lo dijo Barrachina el mismo día del congreso: «Somos aficionados a la libertad y nuestro compromiso es dejarnos la piel en defender los intereses de la provincia de Castellón». Así éramos con Javier Moliner y así vamos a seguir siendo con Miguel Barrachina.

El Partido Popular no es un partido monolítico, no hay una única voz ni un pensamiento único. La renuncia de Javier Moliner, todo un ejemplo de grandeza y de generosidad, nos brinda la oportunidad para encarar también la renovación y regeneración que demanda la sociedad y también las bases de un partido, que no hay que olvidar, es la organización política con más afiliados no solo en España, sino también en la provincia de Castellón.

Pero la renovación es algo más que un cambio de caras; mucho más que un cambio de personas que han de transmitir el mensaje del PPCS.

La tolerancia cero con la corrupción y la defensa de las ideas que nos identifican con nuestros votantes --y con la mayoría de los castellonenses--, han de ser claves para recuperar la confianza del electorado que nos dé la mayoría suficiente para gobernar el mayor número de municipios en el 2019.

Dar la batalla por nuestras ideas nos identifica con nuestro electorado, con aquel conjunto de valores que describen la realidad y con el que la mayoría de castellonenses se siente identificados. Con un lenguaje renovado y con una imagen renovada, pero siempre poniendo por delante los valores que nos identifican. Desde la unidad y desde la pluralidad. Desde la convicción de pertenecer a un proyecto sólido pero flexible. Desde el convencimiento de defender convicciones arraigadas en el corpus social de los castellonenses desde una diversidad de opiniones y de planteamientos. Sin preguntar a nadie ni a quién besa, ni a quién vota, ni a quién reza. Somos el mismo partido de siempre que defiende sin complejos la sensatez, la libertad y Castellón.

*Vicepresidente Diputación Castellón