Estamos en pleno siglo XXI, la educación ha avanzado mucho y todo el mundo ha recibido una educación moderna, sostenida, no solo en conocimientos, sino también en valores. Eso por no contar con que en las familias, principal base de la conformación del carácter de las personas, el respeto es uno de los valores intrínsecos en los que más se incide. Por eso me resulta tan complicado comprender cómo nosotros mismos, los ciudadanos, somos los que en demasiadas ocasiones faltamos al respeto a nuestro entorno más cercano: nuestra ciudad.

Cada día, vecinos me hacen llegar fotos y muestras de comportamientos incívicos de personas desaprensivas que tiran la basura fuera del horario establecido e incluso fuera del lugar correspondiente. El Ayuntamiento tiene repartidos en todo el municipio más de 1.000 contenedores de basura orgánica, casi 400 contenedores de envases, vidrio y cartón, 23 de aceite usado, 10 de ropa usada, un ecoparque abierto a diario, tres áreas limpias para uso de establecimientos comerciales y de hostelería y unos servicios especiales gratuitos disponibles los 365 días del año para recoger voluminosos y poda en la puerta de casa, solo con hacer una llamada. Dicho así, todo seguido, suena como un gran dispositivo de limpieza para que Benicàssim fuera un ejemplo de urbanidad y limpieza. Sin embargo, todavía existen los que se empeñan en hacer que nuestra ciudad amanezca algunos días con focos de vertidos incontrolados. Ante esta situación, este equipo de gobierno ha emprendido una batalla contra la imagen que, para nada nos identifica, redoblando el esfuerzo por mantener limpio Benicàssim. Lo estamos haciendo y así hemos conseguido atajar muchas zonas de vertidos incontrolados.

Siempre se dice en las campañas de sensibilización de limpieza que hay que mantener la ciudad tan limpia como nuestra casa, pero, yo me atrevo a ir un poco más allá: los benicenses, que me consta que son especialmente sensibles y conscientes de que tenemos una de las mejores ciudades del mundo para vivir, hemos de mantener Benicàssim limpio porque nuestra ciudad, es nuestra casa.

*Alcaldesa de Benicàssim