Lo ha vuelto a hacer. Cuando las consecuencias de su gestión salen a la luz, Benlloch es incapaz de asumir responsabilidades y siempre culpa a otros.

El sábado vivimos un nuevo episodio que demuestra cuáles son las consecuencias de tener un Ayuntamiento más preocupado por aparentar que por gestionar la ciudad.

Los vecinos de las calles Ermita, Comte Ribagorça, Escultor Amorós, Cronista Traver, entre otras, pudieron comprobar cómo la dejadez en el mantenimiento de la ciudad provocaba que, tras unas lluvias no excesivamente intensas, el alcantarillado de la ciudad saltara por los aires inundando las calles de heces y demás residuos.

El Ayuntamiento ha convertido a Vila-real en una ciudad con graves problemas de limpieza, en la que los imbornales están llenos de suciedad que impide que puedan cumplir su cometido. Una ciudad que ha sido incapaz de podar los arboles incrementando todavía más la suciedad en las calles y alcantarillado. Una ciudad en la que su Ayuntamiento ha decidido suprimir toda inversión para mejorar el alcantarillado.

Benlloch conoce la existencia de 14 puntos negros en la red de alcantarillado y en 7 años no ha hecho nada para evitarlos y ahora que uno de estos puntos negros salta por los aires, pretende culpar a los vecinos. Lo mismo hizo cuando recortaron en limpieza viaria y pretendió culpar a los vila-realenses de la suciedad en las calles. No es aceptable.

El PP impulsamos en Vila-real un plan de colectores realizando varias acciones para mejorar poco a poco los diferentes puntos negros de la ciudad. Se impulsaron actuaciones de envergadura como la del Barranquet, pero también otras más pequeñas dando respuesta a puntos conflictivos que afectaban a vecinos y comerciantes. Ahora nada de nada. Benlloch ha decidido que luce mas comprar un palacio en la calle mayor que invertir en mejorar los servicios básicos de la ciudad.

*Portavoz del PP en Vila-real