El bipartito se ha desnudado públicamente. Los que iban de tapadillo han destapado sus evidencias. Pancartas en amarillo pro valenciano porque poner catalán hubiera sido demasiado descarado; pancartas pro III República y contra los partidos fascistas, como si ellos, los partidos promotores fueran algo diferente. Lluvia de mensajes por la libertad de los presos políticos y no de los políticos presos y, un concierto con final feliz: el desnudo integral del protagonista del grupo delante de menores, fueron las consignas para celebrar Les Normes de Castelló y promover el valenciano. Todo un estriptis de los nacionalistas y socialistas sumisos. Es incongruente que los mismos que vetan canciones de contenido machista en verbenas públicas permitan espectáculos de este tipo.

Esto no es la primera vez que ocurre, pero esta vez la puesta en escena ha causado más expectación, claro. Los desnudos han sido progresivos. Hace un año el artista del concierto solo enseñaba el culo y ahora se ha desnudado íntegramente. Antes, las aulas estaban reservadas para los dogmas independentistas y ahora ya los han traído a su casa y desde la plaza del Ayuntamiento se han instalado en todas las calles de nuestra ciudad. Su compromís es convertir Castellón en una filial de marca blanca de Cataluña.

La suerte que tenemos es que estas políticas exhibicionistas tan reclamadas y usadas por los populistas y nacionalistas tienen fecha de caducidad y la ponen los ciudadanos en las urnas. Así que solo quedan ciento treinta días para que los castellonenses, que son gente seria, caduquen el Pacte del Grau.

*Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Castellón