Sí, es bochornoso que la portavoz socialista en Peñíscola, Isabel Esbrí, haya instalado su acción política en la mentira y el insulto. Me pregunto por qué la señora Esbrí no llama a sus jefes valencianos para reivindicar acciones para mejorar el municipio.

Mejor les iría a los socialistas preocupándose por las vecinas y vecinos de su pueblo en lugar de mentir e insultar que es a lo que se dedican si es eso lo que le exigen desde arriba a la nueva kamikaze del partido.

Ciertamente no salgo de mi asombro. El insulto como forma de hacer política; no solo es irresponsable, es inexplicable e imperdonable. Francamente pensaba que la renovación pudiese proponer una oposición trabajadora y seria; nada más lejos de la realidad, más bien parece la nueva oficina de defensa de los desaguisados de la Generalitat y a domicilio.

Insisto, este equipo de gobierno no ha recibido comunicación alguna por parte de la Generalitat sobre los nuevos plazos previstos para la finalización de obra del centro de salud y reitera y reiterará las veces que haga falta, que lo equipen, porque a diferencia de la señora Esbrí, un servidor no es el escudo de nadie y estoy aquí para exigir siempre lo que sea justo para los vecinos y vecinas de Peñíscola, al margen de las siglas, de colores y de intereses personales, porque nuestros vecinos deben estar por encima de todo. H

*Alcalde de Peñíscola