Damos la bienvenida a una nueva etapa que acaba con la condena del que fuera alcalde de l’Alcora Javier Peris (PSPV), y cuatro de los concejales de su gobierno. Se les imputa un delito de prevaricación administrativa por irregularidades en la adjudicación del contrato de la redacción del PGOU en el 2004. Una sentencia que coincide con el traspaso de poderes en el gobierno tripartito.

Si nada lo impide, el que fuera delfín del hoy condenado Peris será alcalde durante los próxímos dos años. El socialista Samuel Falomir y actual edil de Urbanismo llega a la alcaldía justo en el momento en que su padrino político ha sido condenado a cinco años de inhabilitación de cargo y empleo público. Pena que consideramos insuficiente para redimir la imagen de un municipio cuyo nombre ha sido mancillado y ultrajado a manos de los que un día quisieron aprovechar su cargo para hilvanar sus tejemanejes y hacer un traje a medida a una empresa.

Las tropelías y picaresca de Peris y su equipo lastraron el desarrollo urbanístico de l’Alcora y condenaron muchos puestos de trabajo que podrían haberse creado por el desarrollo de un plan urbanístico que chocó con los intereses del exalcalde. Tras años de litigios hoy se demuestra que las sospechas del PP, que nos personamos en la causa como acusación particular, eran ciertas y que las acusaciones que ha vertido el tripartito contra el Partido Popular queriendo cargar a nuestras espaldas los retrasos del PGOU tiene nombres y apellidos y son por culpa de las corruptelas del gobierno socialista de Peris.

Esta mochila que va a tener el nuevo alcalde al compartir signo político con el hoy condenado, unida al descontrol de los gastos en caprichos y obras faraónicas del todavía alcalde de Compromís, no le pone las cosas fáciles a Samuel Falomir del que esperamos sepa soltar lastre y emprender la nueva etapa alejado de sus antecesores.

*Concejala del PP en l’Alcora