Entre la vorágine de actuaciones y medidas que estamos impulsando para hacer frente a la crisis socioeconómica derivada de la sanitaria, que ha ocasionado el coronavirus, este es momento también de enfocarnos en redefinir nuestro futuro en base a criterios de sostenibilidad.

Con esta reflexión de partida, esta misma semana anuncié, ayer en el Día Mundial del Medio Ambiente, mi voluntad de que Peñíscola se adhiera a la Red de Entidades Locales para Desarrollar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 aprobada por la Asamblea de las Naciones Unidas.

La creación de esta red está impulsada por la Federación Española de Municipios y Provincias que, en noviembre del 2019, aprobaba su creación.

El principal objetivo de la red es favorecer la coordinación de actuaciones entre los gobiernos locales, permitiendo alcanzar mejores resultados en la implementación de la Agenda 2030.

Estamos comprometidos con la agenda internacional y los objetivos centrados en el desarrollo sostenible como el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente; e insisto en la idoneidad de impulsar y participar de estas iniciativas de gobernanza en un momento como el actual. Posicionarnos en esta línea es imprescindible y hacerlo desde la perspectiva turística más aún, conectando la lucha contra los efectos del covid-19 poniendo a la vez las luces largas para abordar el crecimiento futuro enfocados en la Agenda 2030.

Durante los próximos días mantendremos una reunión entre los responsables de las distintas áreas de gestión del Ayuntamiento para arrancar con este compromiso y establecer una agenda de actuaciones para poder llevar a pleno una declaración institucional y la petición de adhesión del municipio a la red.

Los ODS exponen una visión de futuro sumamente ambiciosa y transformativa.

TAL Y COMO reza la declaración de las Naciones Unidas, aspiramos a un mundo en el que sea universal el respeto de los derechos humanos y la dignidad de las personas, el estado de derecho, la justicia, la igualdad y la no discriminación; un mundo que invierta en su infancia y donde todos los niños crezcan libres de la violencia; un mundo justo, equitativo, tolerante, abierto y socialmente inclusivo en el que se atiendan las necesidades de los más vulnerables; un mundo en que la democracia, la buena gobernanza y el estado de derecho, junto con un entorno nacional e internacional propicio, sean los elementos esenciales del desarrollo sostenible, incluidos el crecimiento económico sostenido e inclusivo, el desarrollo social, la protección del medio ambiente y la erradicación de la pobreza y el hambre.

*Alcalde de Peñíscola