Aunque a los de morado (ya casi desteñido) les cueste reconocerlo e incluso les fastidie, el gobierno de Peñíscola va a la delantera en transparencia y participación ciudadana.

Después de que los podemitas agarrasen una bandera de la que no han podido ni sostener el mástil --prueba de ello es la descomposición de la agrupación de electores La Roca-- llega la responsabilidad y la acción de gobierno, el compromiso y el cumplimiento con la ciudadanía de nuestro equipo; lejos de la palabrería de la izquierda, lejos del postureo; hechos y pies en el suelo, contacto con los vecinos y con la realidad.

Ellos hablaban de participación y se han quedado sin ella por no practicarla; hablaban de transparencia y los suyos les acusan de lo contrario.

El equipo de gobierno que presido está dando sopas con ondas a decenas de los denominados ayuntamientos del cambio, donde los pactos imposibles no sólo no les dejan gobernar, sino que evidencian que donde se dijo digo ahora dicen Diego…

Peñíscola contará al término de este año con 7, nada menos, 7 consejos sectoriales de participación; una ordenanza que regula y garantiza la misma; un Portal de Transparencia que supera ya el 97% de información disponible en apenas dos años de funcionamiento y una política de puertas abiertas de los despachos de todos los concejales cuya misión es seguir trabajando sin perder el pulso de la calle, atendiendo a las peticiones y solicitudes de la ciudadanía.

Gobernar no es fácil, escuchar y trabajar por solucionar y mejorar las situaciones que se generan en un municipio día a día nada tiene de sencillo, pero es un honor. Hay quien parece que se presentó a las elecciones como quien se sienta ante una partida de rol, pero la gestión pública es algo mucho más serio.

Nosotros seguimos confiando en que para ganar en cercanía con quienes nos confían la acción de gobierno no hay que mentir ni alardear, hay que cumplir y trabajar.

*Alcalde de Peñíscola.