Querido lector/a el ministro de Interior, el señor Zoido, y en el marco del anuncio de la creación de un código de conducta para la actuación en el Mediterráneo de los barcos de rescate de inmigrantes que tienen ciertas ONG y que, dicho sea de paso, han salvado muchas vidas, acaba de declarar que: «hay que concienciar a las ONG de que se está para ayudar y no para favorecer ni potenciar la inmigración irregular». Es decir, ha insinuado, sin dudas ni tapujos, que las ONG con barcos que operan en la zona mediterránea protegen y fomentan la inmigración irregular.

A primera vista parece que se trata de una opinión o declaración sin importancia, pero cuando se reflexiona te encuentras que no solo es deplorable sino que sobre pasa los niveles aconsejables de dignidad y entra en la desvergüenza y la crueldad. Digo con ello que, en general, pero más para un ministro, es intolerable que se hable mal o se criminalice el papel fundamental y humano que están desarrollando todas las organizaciones de la sociedad civil con sus miles y miles de voluntarios, en todo los terrenos, movidos por valores éticos, ocupando espacios que los Estados tienen abandonados y salvando vidas de personas en situación de riesgo que, por falta de vías o salidas legales, ágiles y eficaces se ven abocadas a itinerarios irregulares y peligrosos. Así es que, el señor Zoido es ministro, tiene poder y presupuesto y se le debe exigir respeto y algo más que palabras. Por ejemplo una gestión adecuada de la inmigración en España y, de camino, que haga lo posible para que la Unión Europea cumpla con sus obligaciones internacionales y humanitarias acogiendo a las personas que asumieron que iban a proteger.

Querido lector/a, como decía mi amigo Luismi, hay cosas que no se pueden decir ni hacer, pero si por torpeza o insensibilidad se hacen o se dicen, la única solución es negarlo todo porque tratar de justificarte es peor. Cállate y punto.

*Experto en extranjería