El ministro de Interior español, Fernando Grande-Marlaska y su homólogo francés, Christophe Castaner se reunieron en Madrid el pasado día 12. Aumentar los flujos migratorios, fortalecer los controles fronterizos y aumentar los procedimientos de reflujo entre Francia y España han sido los temas tratados, en un contexto complicado.

Tras haber firmado un acuerdo bilateral para la recepción de guardias civiles en la Escuela de Gendarmería de Dijon, el Sr. Castaner aprovechó la oportunidad para defender una mayor cooperación con España en el tema de la migración, después de varios incidentes identificados en la frontera Franco-española.

Aumento de no admisiones: con casi 54.000 personas llegando a la costa española desde principios de año, un 156% más que en el 2017, España se ha convertido en la principal puerta de entrada para los migrantes a Europa desde el cierre de los puertos italianos. Estamos muy lejos de las llegadas masivas de 2015, cuando se registraron 1,8 millones de llegadas en Europa. Pero cada semana, cientos de personas, desde la costa marroquí, cruzan el Estrecho de Gibraltar o el mar de Alborán para llegar a Andalucía.

Sin embargo, una vez que llegan a España, la mayoría busca continuar su viaje hacia Francia o los países del norte de Europa, lo que ha llevado a París a fortalecer los controles en la frontera española. Castellón es lugar de tránsito para muchos de estos migrantes quienes buscan los pasos fronterizos menos controlados .

El cierre de fronteras a la italiana no es la mejor fórmula puesto que el problema no se soluciona sino que se agrava. La UE, en su conjunto, debe establecer normas que activen un protocolo a seguir en todos los países de la Unión y se apoye a los países receptores de primera mano.

*Secretaría Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón