A Pedro Sánchez se le ha reprochado que en las 110 medidas del programa electoral no haya ninguna específica sobre Cataluña y que la cuestión territorial se aborde solo con generalidades. Pero en la entrevista que hoy publica el Grupo Zeta el líder del PSOE sí explica sus ideas y sus planes para Cataluña, que se sustentan en recuperar la confianza y la lealtad entre las instituciones a través del diálogo (entre gobiernos y partidos) y con sentido de Estado para que a medio plazo pueda encauzarse una solución mediante la elaboración y aprobación de un nuevo Estatut que respete el marco constitucional. El actual no ha sido votado por los catalanes, ya que fue recortado por el Constitucional tras el referéndum de ratificación.

Sánchez insiste en su idea de que el problema no es de independencia, sino de convivencia, y cree que el PSOE es el único partido que puede impulsar una solución que rechazan por igual, en su opinión, la derecha y los independentistas, los primeros por su obsesión en aplicar un 155 permanente, lo que indica su falta de proyecto, y los segundos porque están dedicados a contentar a los extremistas, en lugar de buscar soluciones pactadas.

Para llevar a cabo sus planes sobre Cataluña, así como las 110 medidas del programa, muchas de contenido social, Sánchez se propone gobernar en solitario con una mayoría suficiente, aunque está abierto al diálogo con todos los partidos. Pero este es un reto mayúsculo, que las encuestas de momento no avalan, y que será combatido --lo está siendo ya-- por tierra, mar y aire por una derecha entregada al tremendismo para parar a Vox con el peligro de que, en lugar de frenar a la extrema derecha, PP y Cs la refuercen.