La celebración, esta semana, de la Asamblea General de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) no ha servido únicamente para aprobar la liquidación de presupuestos del pasado ejercicio y planificar los del año en curso, o para dotarnos de nuevos Estatutos y de un renovado Código de Buen Gobierno más acorde con el nuevo modelo organizativo de la Confederación. La Asamblea General de la CEV ha servido para hacer balance de la situación económica, analizar la coyuntura actual y, en función de ésta, abogar por aquellas medidas que, en nuestra opinión, la de los empresarios de la Comunitat Valenciana, deberán pivotar las medidas que aprueben los distintos gobiernos: europeo, central, autonómico y local.

Lo apuntaba el presidente de la CEV, Salvador Navarro, en su intervención y ciertamente no deberíamos perderlo de vista: atravesamos una etapa de ralentización. La primera estimación de la Contabilidad Regional del INE certifica esa ralentización y evidencia, además, que la economía regional avanza más lenta que la media nacional: 2,1% frente a 2,6%.

También lo certifican las cifras del paro. Si nos detenemos en el pasado mes de abril el paro registrado bajó en la Comunitat en 5.254 personas, 487 en Castellón, un 1,23% menos, pero la contratación indefinida y la afiliación muestran la ralentización en la que se encuentra inmersa nuestra economía, evidenciándose una pérdida de dinamismo en las tres provincias y en todos los sectores; incluso en el sector que se estaba mostrando más dinámico, la construcción.

Este escenario nos obliga a demandar más medidas encaminadas a estimular nuestra economía y hacerla más competitiva.

EL AUMENTO de la competitividad vendrá de la mano de la innovación, por la que tenemos que apostar de manera firme; de la formación, más acorde con las necesidades del tejido productivo y también de la colaboración público-privada, que nos proporcionará mayor eficacia y eficiencia.

Por supuesto, como también apuntó el presidente de la CEV en nuestra Asamblea, a todo ello habrá que sumar la necesaria estabilidad política y fiscal, la seguridad jurídica y la concertación social, como elementos clave para combatir la ralentización y situar a la Comunitat Valenciana en el lugar que ciertamente le corresponde como motor de la economía nacional.

No debemos olvidar tampoco la necesidad de inversión en infraestructuras productivas que nos sitúen a nivel europeo en la carrera por la competitividad. En ese sentido, nos sumamos a PortCastelló y a su presidente, Francisco Toledo, en la celebración por la ampliación de 1,9 a 2,8 millones de metros cuadrados de la zona de actividades logísticas e industriales del recinto portuario en la reciente aprobación del PGOU de Castellón, medida que esperamos sea un primer paso para atraer más inversiones.

Y es que, una buena prueba de que la inversión pública atrae a la inversión privada es la buena gestión que la Autoridad Portuaria de Castellón ha venido llevando a cabo por medio de la ejecución gradual de su Plan Director de Infraestructuras 2002-2027, cuya realización final conllevará la obtención de 217 Hectáreas de superficie y 3.870 metros lineales de muelle, con calados de 16 metros prácticamente todo ello circunscrito en la Dársena Sur del Puerto de Castellón.

Ejecutado aquél a algo más de la mitad de las obras planificadas, ha supuesto la creación de más de un millón de metros cuadrados de superficie y más de 1.500 metros lineales de atraque en aguas totalmente abrigadas, continuando la Dársena Sur con el proceso de desarrollo e implantación de la iniciativa privada.

Las últimas grandes inversiones desarrolladas por la Autoridad Portuaria de Castellón, como la Prolongación del Dique Este y el Dragado del canal de entrada y de la Dársena Sur, mejorando la seguridad y alcanzando una operatividad del 100% en ambas dársenas, han permitido mejorar notablemente las condiciones de explotación del Puerto de Castellón, especialmente de la Dársena Sur. Y ello ha propiciado que importantes concesionarios, como UBE, BP o United Minerals, entre otros, hayan apostado por seguir invirtiendo en nuestra provincia.

Por un momento les invito a considerar el impulso que recibirá la industria, la capacidad de crear nuevos puestos de trabajo y en general la economía de la provincia de Castellón cuando podamos ofrecer el pleno desarrollo de la Dársena Sur del Puerto de Castellón, junto con el polígono del Serrallo, la nueva zona logística que está prevista en el PGOU de Castellón y la estación intermodal integrada que asegurará el acceso a la red ferroviaria.

ASIMISMO, también celebramos que se empiecen a acometer algunas de las infraestructuras reclamadas desde la CEV para la provincia de Castellón. Es el caso de la conexión de la A-7/CV-10 con la N-340 y con la CS-22, de acceso al puerto de Castellón, la cual mejorará la conexión de nuestro puerto con las redes viarias actuales.

Y ello nos anima a seguir reivindicando otras tan importantes, como son el corredor mediterráneo, plenamente desarrollado, con doble plataforma y su correspondiente capilaridad, incluyendo la estación intermodal y la plataforma logística, que lo unan con el puerto de Castellón, así como del corredor cantábrico-mediterráneo. Sin olvidar la ampliación y mejora de la red de cercanías.

Muchas son las infraestructuras necesarias para nuestra provincia, pero debemos resaltar como prioritaria la finalización de la CV-10/A-7 hasta enlazarla en L’Hospitalet de L’Infant con la A-7 ya existente y en paralelo a los trazados de la AP-7 y la N-340, de forma que se complemente, descongestione y optimice la circulación por carretera. La anunciada liberalización de la AP-7 a partir del 31 de diciembre de este año no puede enterrar los proyectos de la CV-10, pues tampoco esta AP-7 podría absorber todo el tráfico que ahora se reparte entre la CV-10 y la N-340. Sin olvidar otras como el desdoblamiento de la N-232, históricamente conocida como Vinaròs-Santander.

Deberemos estar vigilantes para que se cumplan los plazos si queremos ganar el futuro. Lo que hoy trabajamos y conseguimos lo valorarán también las generaciones futuras en clave de progreso y bienestar social.

Innovación, formación, colaboración público-privada, infraestructuras… con la vista puesta en aumentar nuestra productividad y competitividad. Porque será ese aumento, y en ese orden, el que deberá reportar, junto a la lucha contra la economía sumergida, más ingresos fiscales que posibiliten un crecimiento económico sostenible, inteligente e integrador.

*Presidente de CEV Castellón