Queridos diocesanos y muy queridos confirmandos: hoy os deseo hablar del encuentro que deseo tener con los adolescentes y los jóvenes que se están preparando para recibir la confirmación. Será el próximo sábado 21 de abril, en las instalaciones del seminario diocesano Mater Dei. Hace tiempo que deseaba tener este encuentro que, a ser posible, me gustaría también celebrar todos los años.

Varias son las razones que me mueven a tener este encuentro. En primer lugar, quiero mostrar a los confirmandos mi cercanía, afecto, agradecimiento y felicitación, porque a pesar de las muchas dificultades, deseáis en buen número recibir el sacramento de la confirmación. Además, deseamos escuchar vuestros anhelos y vuestras esperanzas, y sobre todo queremos poder ayudaros a preparar como se merece vuestra confirmación, porque estáis a punto de completar la iniciación cristiana, que empezó con el bautismo y que empezaron vuestros padres por vosotros a los pocos días de nacer.

Por supuesto, hay que compartir la alegría de la fe: no olvidéis que la confirmación hay que verla en continuidad con vuestro bautismo y con la primera comunión. Los tres sacramentos --bautismo, primera comunión y confirmación-- forman la iniciación cristiana.

La confirmación viene a acrecentar la gracia que recibisteis en vuestro bautismo, que servirá para uniros más con Jesús. Recibiréis la plenitud del Espíritu Santo para que tengáis la fuerza para ser y vivir como cristianos, para confesar el nombre de Cristo y para no avergonzaros nunca de ser sus amigos y discípulos. En vuestra confirmación, el Espíritu Santo viene a confirmar vuestra fe, a llenaros de su amor, su fuerza, su vida. Y os quiere regalar sus dones: sabiduría, para llegar al corazón de las situaciones; y entendimiento, para comprender y disentir en vuestra vida.

*Obispo de Segorbe-Castellón