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Sobre la figura de Ramón Serrano Suñer

El 14 de febrero se publicó una carta firmada por Vicente Many cuyo título era "Un recuerdo a Serrano Suñer", en la que se hablaba de la actividad pública de mi padre y su relación con Castellón.

No quiero en modo alguno polemizar con el Sr. Many , pero quisiera puntualizar varios aspectos respecto a la figura de Ramón Serrano Suñer y su especial vinculación con la que siempre fue su querida ciudad de Castellón.

La vida pública de mi padre y su difícil actuación política en momentos cruciales y gravísimos de España y Europa pertenece ya a la Historia. Querer empañarla con visiones sesgadas o acusaciones sectarias no contribuye a la atmósfera de concordia que vivimos desde la Transición y que mi padre, por cierto, apoyó desde 1945. Existen varios libros que tratan sobre su persona, en especial uno reciente llamado Serrano Suñer. Conciencia y Poder, publicado en 2004 por la editorial Algaba, imparcial, detallado y muy elocuente. Les remito a su contenido para conocer a fondo el empeño de mi padre por una España mejor.

En cuanto a su relación con Castellón, tengo que repetir que algo que ya conocen muchos castellonenses: amaba profundamente la ciudad en la que pasó su infancia y donde mi abuelo construyó su celebrado puerto. El centro educativo que lleva sus apellidos no está dedicado al recuerdo de mi padre, sino al de mis tíos José y Fernando, sus hermanos, ambos ingenieros y asesinados vilmente en la guerra en Madrid simplemente por llevar corbata y sombrero. Mi padre, que los adoraba y que siempre mantuvo una trágica gratitud hacia ellos (no quisieron abandonar la capital mientras él estaba "confinado" en la Cárcel Modelo y finalmente fueron martirizados como tantos otros) creó incluso unos premios de bachillerato que han recibido los alumnos más distinguidos del Colegio José y Fernando Serrano Suñer durante varios años y que yo me propongo continuar en su memoria.

Transcribo unas conocidas líneas de mi padre sobre su vinculación con la ciudad que resumen perfectamente sus sentimientos: "Aquí en Castellón está la raíz de mi vida, y la primera raíz del hombre es inconmovible. Aquí transcurrió mi infancia, aquí las primeras aficiones de mi vida, hasta que en 1917 me marché a Madrid para estudiar en la Universidad". La ciudad reconoció su raigambre dando el nombre de Ramón Serrano Suñer a una de sus calles, cosa que él aceptó con emoción, aunque no fuese muy amigo de tales reconocimientos, como prueba su modesto rechazo a la distinción de "Hijo Predilecto" con que le quiso obsequiar Cartagena, la ciudad donde nació, porque en su opinión no reunía méritos suficientes, ya que apenas había vivido en ella.

Cambiar los nombres de calles o colegios es un error manifiesto que no aconsejo al Sr. Many , pues, además de remover turbios rencores, puede ocurrir que vengan otros que cambien lo que él pueda proponer. La memoria de mi padre y mis tíos José y Fernando en Castellón es limpia, afectiva, histórica. Dejémosla en paz, por respeto a todos.

Fernando Serrano-Suñer Polo.

Mi Agradecimiento al Hospital General

Me gustaría contarles una pequeña historia intrascendente para mucha gente, pero fundamental para mí, porque me ha supuesto algo tan importante como la vida, disfrutar de mi familia, amigos y de esas pequeñas cosas que día a día te permiten ser feliz.

En una revisión rutinaria me diagnosticaron un tumor en el riñón izquierdo. Me someten a diversas pruebas y resulta que no funciona. Hay que operar sin prisa, pero lo antes posible. Horror, te tranquilizan porque la cosa debe estar mal. ¿Qué pasará?, ¿puedo morir? Entro al quirófano sin saber qué puede pasar, pero con optimismo y alegría, que nunca se debe perder, y la suerte acompaña a quien se lo merece (a veces). No se ha extendido, me extirpan el quiste y el riñón ¿y qué?. Estoy vivo y está controlado. Ésta la cuento, menos mal. Paso a reanimación y de ahí a planta, nueve días en total, tras los que me reafirmo en mi voluntad diaria de vivir y tengo una inmensa gratitud al Hospital General, secciones REA y planta 2D, al urólogo, al anestesista, a mi hija y mi mujer, que sufrieron más que yo y siempre estuvieron a mi lado. Tras tantos años casados cada día la quiero más. A todos ellos y al mundo por existir, gracias.

C.T.G.

A los ultras del R.C.D. Espanyol de Barcelona

El pasado domingo día 13 presencié en el Madrigal el partido de fútbol correspondiente a la 28ª jornada de Primera División. Os tenía enfrente, el quesito estaba a rebosar, digno de admirar que una afición respalde a su equipo, algo que le falta al Villarreal C.F., pero me llamó la atención el eslogan que, entre cánticos y vítores, mezclásteis decíais "esto no es un campo, es un futbolín". Ignoro quién es el propietario del estadio de Montjuic donde actualmente jugáis porque el viejo Sarri ha desaparecido, si estáis de prestado o de pleno derecho, es igual este dato, la Ciudad Condal tiene cuatro millones largos de habitantes, lo que dividido por dos equipos en Primera División, tocáis a dos millones y pico. Vila-real tiene 47.000 habitantes y su campo municipal, vuestro "futbolín", nuestra "bombonera", una capacidad de 22.000 asientos. Si buscamos la proporcionalidad, o sea, la relación habitante-campo, vuestro estadio tendría que tener un aforo de 950.000 almas.

No sería más noble, más sensato, más elegante, quitarse el sombrero y decir: "Chapeau, Vila-real, una población de una pequeña provincia que tiene a su equipo de fútbol en tercera posición de la Liga de las estrellas, por detrás de los equipos de las dos ciudades más grandes de España, Madrid y Barcelona" ¿O es que esto no tiene ningún mérito? De todas formas, mi enhorabuena por ese quinto puesto que ocupáis. Estáis haciendo una campaña fantástica.

J.G.P.

Que el fred no ens calfe mai el cap

Al socaire de ben baixes temperatures hivernals patides pels ciutadans de Castelló, durant les festes de "La Magdalena" del present any, s´ha comen§at a difondre un penetrant i contagiós missatge (pot ser massa afectat encara per la gelor d´un oratge intempestiu) que insisteix, una i un altra vegada, en la perempt²ria necessitat de canviar en propers anys les acostumades fites de les "Festes de la Magdalena".

Segons diu la hist²ria, all pel segle XIII, com a causa d´una pesta, es comen§ a fer una romeria, de car cter quaresmal, cada tercer diumenge de quaresma a l´antic ermitori, on temps enrera s´havia refugiat una d´aquelles dones anomenades: Madalenes. Mols segles despr¨s, ja finalitzada la "Guerra Civil", les autoritats prohibiren les festes de carnesltoltes i, al mateix temps, forces civils, eclesi stiques, i socials impulsaren i promocionarem la festa del Dia de la Magdalena com a festa major de la Ciutat de Castelló. Vull dir tot aix², per fer entendre que les festes de la Magdalena no tenen com a dia principal el tercer diumenge de quaresma per decisions arbitraries preses fa seixanta o setanta anys.

Si preguntarem als ciutadans de Pamplona perqu¨ celebren Els Sanfermins el 7 de juliol, ens diran, amb tota seguretat, que el 7 de juliol es San Fermin, i que així ho han celebrat des de fa més de dos segles. Que dirien, molt probablement, els valencians de la ciutat de Val¨ncia, i d´altres pobles valencians, si els proposaren canviar la fita la crem de les falles perqu¨ mar§ es un mes propens a la inestabilitat meteorol²gica? Segurament respondrien que el 19 de mar§ és Sant Josep i des de fa més de cent anys s´han cremat les falles a la mitja nit de la citada dita, malgrat les possibles inclem¨ncies que moltes voltes han destorbat l´oratge. El mateix es pot plantejar amb les festes de Nadal. No es desembre, justament, un mes c lid. El dia de nadal sol ser un dia en el que cal sortir ben abrigat al carrer. Perqu¨ no celebrem el dia de nadal el 25 de juny?; faria mes sol i podrien gotzar de millors temperatures. Si en aquest cas dir aix², pot semblar un disbarat, perqu¨ en altres casos sembla una mesura justificada per el segle XXI?

No es tracta de negar, sense més, qualsevol possible modernització de les festes a la nostra ciutat. La junta de festes, est legitimada per plantejar totes les modificacions que consideri oportú introduir a les festes de Castelló. Pot incl²s plantejar un canvi radical en quant a deixar de banda unes festes i potenciar d´altres. Podria propugnar el promoure, intensivament, les festes de "La Mare de Déu del Lledó". Les devotes de la "Lledonera" levitarien de joia, i a més a més, caurien tots els anys el primer diumenge de maig. Tal volta, podrien decantar-se per promocionar, al m xim, les festes de Sant Crist²fol, patró de la ciutat, que es celebrarien en fites estiuenques. Incl²s també, solidaritzar-se amb el Grao, i celebrar, a lo gran, les festes de Sant Pere i Sant Joan, al mes de juny. I qui sap; pot ser incl²s, es podrien inventar unes noves festes de Castelló. Per exemple: "Festes Castelloneres del vi, els bous, la música i les Gaiates". Després prendre un calendari i triar la fita que paregui més adequada.

Per² all² que no es pot fer es transmutar i recombinar les festes, i la hist²ria, segons com, quan i de quina manera convinga a uns i altres, en cada moment. Els interessos empresarials, taurins, comercials, o gaiaters son perfectamente legítims, per² no poden, de cap manera, per si mateix, justificar que unes festes llargament arrelades a Castelló tinguen --sense més ni menys-- que canviar de fita, amb la simple esperan§a de poder tindre un millor oratge.

Les festes es poden modernitzar; es poden popularitzar, es poden fer mes o menys participatives; es poden potenciar unes més i unes altres no tant, en tot cas, el que no es pot és descontextualitzar les fites, la hist²ria, i les festes per raons, simplement, climatol²giques. Fer de les circumstancials inclem¨ncies de la meteorologia un problema de controv¨rsia institucional no semba un enfoc encertat, ni tampoc recomanable. El debat ja est servit, per² cal un respecte i una consideració per all² que constitiueixen la hist²ria, la identitat, i les tradicions de les ciutats i dels pobles.

Joan Beltran.