La provincia de Castellón ha iniciado un viaje, sin retorno, a la modernidad. El billete de ida adquirió forma el pasado lunes cuando comenzaron las pruebas técnicas de la vía del tramo Valencia-Castellón. El Gobierno está materializando un compromiso con toda la provincia cuyos beneficios serán tangibles a todos los niveles: desde la mejora del día a día de los castellonenses hasta el indudable impacto económico que tendrá a nivel empresarial y turístico la llegada de la alta velocidad.

La distancia entre Castellón y Madrid se reducirá a 2 horas y 25 minutos. Las ventajas serán dobles. Los castellonenses podrán realizar todas sus gestiones en la capital de España en un tiempo récord. Y a su vez, los madrileños, pero también los ciudadanos de cualquier otro punto de España, tendrán a muy pocos minutos de casa las magníficas playas de la Costa Azahar. El salto será, por tanto, exponencial y cualitativo para un sector tan importante como el turismo.

El AVE a Castellón es pieza clave del mapa logístico que este Gobierno está comprometido a ejecutar. La alta velocidad llega acompañada de los avances tangibles en el Corredor Mediterráneo, muy a pesar del discurso victimista de algunos partidos políticos que, en lugar de construir y proponer, sólo piensan en destruir y en buscar culpables fuera de sus filas.

El Corredor Mediterráneo conlleva muchas complejidades técnicas y todos --y nosotros los primeros-- hemos demostrado nuestro interés en avanzar y agilizar todos los trámites. La diferencia es que cuando llegamos, el anterior Ejecutivo socialista había invertido 0 euros, se dice pronto. Con el Gobierno del Partido Popular, en cambio, ya se han destinado 13.500 millones de euros de los 17.000 previstos.

En diez días la provincia ha visto cómo se iniciaban las pruebas de circulación de la vía Castellón-Valencia y cómo han finalizado, en Vila-real y Burriana, las mejoras de las estaciones que ahora mismo se usan en el servicio ferroviario de Cercanías. A estas dos instalaciones, Adif ha destinado un total de 2,3 millones. Y no son las únicas beneficiadas. Con la modernización de las instalaciones de Nules, Almassora y Moncofa el montante invertido asciende a cinco millones de euros en los últimos años.

Una vez más, hechos y cifras que ponen de manifiesto que Castellón y la Comunitat es una prioridad para este Gobierno y que el Corredor Mediterráneo es, para nosotros, una infraestructura absolutamente prioritaria.

Los Presupuestos Generales del Estado darán un nuevo impulso a este eje que nos conectará a Europa, pero que el Corredor Mediterráneo pueda avanzar dependerá, también, de la responsabilidad y el sentido de Estado que tengan los partidos políticos que componen el Congreso de los Diputados. El país no puede ni debe pararse, y más ahora que nos hemos situado a la cabeza de la creación de empleo en el continente europeo.

Las fiestas fundacionales de Castellón han coincido con otra buena noticia: la adjudicación de otra reivindicación histórica de la provincia. Este Gobierno pasará a la historia por ser el que saque adelante las obras de mejora de la N-232 a su paso por el Puerto de Querol.

Con estos trabajos, se mejora la seguridad y abre la que es la principal vía de comunicación entre las comarcas castellonenses del Maestrazgo y de Els Ports y la aragonesa del Bajo Aragón, uniendo Cantabria, La Rioja y Aragón con la costa castellonense.

Pero nuestro trabajo va mucho más allá de las infraestructuras. En este sentido, se ha actuado con máxima diligencia y rapidez parar reparar las playas que sufrieron los temporales históricos de este invierno. Tres millones invertidos en 15 puntos de la provincia para recuperar el litoral, sin duda, uno de nuestros elementos más preciados dada su importancia turística y su valor paisajístico y medioambiental.

Además, en breve se iniciarán los trámites para la remodelación y rehabilitación del edificio de Aduanas de Castellón, una demanda del sector empresarial castellonense.

Creo que todos estos elementos demuestran que el fin último de este Gobierno de España es impulsar todo aquello que genera crecimiento económico y puestos de trabajo, eje principal que guía nuestras políticas. Los debates estériles preferimos dejarlos para otros.

Así pues, la provincia en cuya capital nació Josep Pasqual Tirado i Tombatossals, la Castellón de la Societat Castellonenca de Cultura, la sociedad dels sabuts, no podía ser menos para el Gobierno de España. Estoy convencido de que los pasos dados esta semana para la llegada de la alta velocidad nos cohesionarán toda vía más como sociedad y nos permitirán ahondar en el progreso económico que este país está protagonizando.

*Delegado del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana.